Desde el 2012 en Argentina, todos los 3 de mayo se celebra el Día de la Milanesa. Un día como hoy, debería celebrarse durante todo el año. Prohibido antojarse con lo que se viene.

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La milanesa. Para algunos es una simple minuta que se encuentra a lo largo y ancho del territorio argentino, pero no es tan así. Está en Argentina, pero también cruzó el gran charco y cotiza en euros. Se dice que llegó a través de las corrientes migratorias del siglo XIX.

Su origen es discutido. Italianos y australianos se disputan el título de "Creador de la Milanesa". Lo importante es que está hoy con nosotros. ¿Debería incluirse como algo "indispensable", al igual que el mate y el asado?

• "Milanesa con puré de papas"

Es tan versátil ella. Puede ser de carne o pollo, para los amantes de lo clásico, y se adaptó a la mayoría de los paladares, con la aparición de la milanesa de berenjena o zapallo. No se puede juzgar por los gustos, pero la milanesa, la verdadera e inigualable, fue, es, y será de carne.

Ella puede aparecer en los platos sola o acompañada. Siempre cumple con su propósito. Nunca falla. Hay días en los que la acompaña una porción de papas fritas, para los amantes de la comida rápida. En otras oportunidades aparece junto a un puré casero, para satisfacer esa necesidad de un buen acompañante. Algunos se atreven a pedirla con ensaladas, pero también es válida la combinación. Para los gustos los colores.

• "Milanesa Napolitana" (Jamón, queso y tomate)

Párrafo aparte para el que se le ocurrió hacerla estilo pizza. Señor o señora, le debemos la vida. No sabemos quién fue, ni cuándo, ni dónde. Pero lo hizo. Gracias totales. No nos podemos olvidar del culpable de que varias arterias se vieran un tanto complicadas, esa persona que le puso un huevo frito arriba. Le encargo los estudios a principio de año.

• "Milanesa a caballo" (Papas fritas y huevo frito)

No podemos olvidarnos de su fiel compañero, el limón. Es cierto que no todos lo aceptan en su plato, pero un limón le da ese toque de "Oh, está buenísima". Si no te gusta el limón, no pasa nada, tranquilo.

Ahora creo que toca hablar de su faceta más importante. No buscamos despertar el hambre, pero..... ¡Se puede comer fría o caliente! ¿Nunca les pasó eso de tener un pequeño antojo a la media tarde, o llegar del trabajo y abrir la heladera, y que instantáneamente sus ojos la vean ahí, en un recipiente o al plato, esperando por ser deleitada?

En fin, después de hablar tanto de ella, a más de uno le entró el antojo. Es entendible. Es rica, llenadora, sencilla, versátil y buen protagonista de cualquier almuerzo o cena. Es su día, pero son simples 24 horas. Debería tener más tiempo porque nos acompaña todo el año, debería tener un homenaje acorde a ello. No importa la verdad, celebremos el Día de la Milanesa, el día que debería ser todo el año. Chau, me antojé.