Hoy, en un panorama critico a nivel internacional en materia económica y teniendo en cuenta las particularidades financieras de Argentina, con una proyección post-pandemia un tanto desalentadora, es importante centrarnos en qué podemos hacer con nuestros ahorros y asegurarnos que sea una inversión con beneficios a largo plazo.
El ahorro en propiedades ha sido una solución, no solo para aquellas personas que cuentan con la posibilidad de atesorar dólares, sino también, para aquellas que ven la oportunidad en propiedades que logran ser pesificadas, aunque a valores o tasas mayores. El licenciado en Economía, Augusto Fugel, explicó en Aurora 91.3 que: “Estas personas logran derivar sus ahorros a la compra de propiedades. Esto es una operación muy usual en nuestro país y es una alternativa que podríamos llamar exitosa. Por un lado porque tenemos una restricción de compra de dólares, y por otro lado tenemos tasas en el mercado muy bajas, es decir, por ejemplo, si vos tenes un plazo fijo ya no es muy rentable para ganarle a la inflación, entonces en la compra de propiedades lo que hacemos es resguardar nuestro valor”.
El valor de la propiedad es un índice que, por lo general, va en aumento conforme pasa el tiempo, o en su defecto se mantiene en el mismo valor. Sin embargo, según explica el economista, sucede en contadas ocasiones que el valor del bien baja, por distintos motivos, como, por ejemplo, la instalación de una industria cerca: “Es por eso que me atrevería a decir que la mayoría de los argentinos que tienen ahorros en dólares, pueden acceder a una vivienda propia, a una segunda o tercera vivienda e incluso una reforma de la vivienda propia, lo va a realizar”.
Por otro lado, un informe de la sede local de la Organización de las Naciones Unidas, marcó una proyección poco alentadora para Argentina. Los indicadores prevén una pérdida de 850.000 puestos de trabajo, un 58,5% de pobreza infantil y una caída, al menos, del 8,25% del PBI. “Argentina es considerado un país emergente, es decir que no es ni un país de frontera, ni un país desarrollado sino que está en el gris de convergencia hacia el desarrollo. Los países desarrollados han tenido una pérdida importante de este índice, hablamos de países que duplican o triplican nuestro PBI y que han tenido una caída del 2 a 5%, y Argentina, incluso antes de la post-pandemia, comparado con el 2019 ya tiene una pérdida del 5,4 del PBI. Y las proyecciones más pesimistas hablan de, incluso una caída que llegaría al 10%”, concluyó el licenciado en ciencias económicas.
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