Mendoza, de de

Deportes Deportivo Maipú

La historia de Ezequiel Villegas: superó el cáncer y volvió a jugar

El arquero del Deportivo Maipú superó la dura enfermedad y el pasado 2 de agosto volvió a disputar un partido oficial con el Cruzado.

Viernes, 6 de Agosto de 2021

Luego de vencer el cáncer, el arquero del Deportivo Maipú Ezequiel Villegas dialogó con los colegas de Argentina FC; les contó cómo transitó el momento más difícil de su vida y cómo vive el día de hoy luego de tener el alta y volver a pisar las canchas.

Con 23 años, Villegas tiene recorrido en Godoy Cruz, Málaga y El Palo FC de España. En 2019 volvió a Mendoza para jugar el Federal A con el “Botellero” y hacerle frente a uno de los momentos más difíciles de su vida.


Lee más: Agenda futbolera de los equipos mendocinos para este fin de semana


En la pretemporada con el equipo “cruzado” se enteró de que tenia la enfermedad debido a una inflación en el testículo izquierdo: “Tenía una inflamación en el testículo izquierdo, pero no le di importancia porque no me dolía para nada, pasó el tiempo y cuando fui para hacerme estudios me dijeron que tenía un tumor”.

Respecto a la operación dijo: “A fines del 2019 me opero y llego bien a la pretemporada 2020, con el pasar de los días comienzan los dolores en la espalda y el abdomen”.

El “Mono”, al ver los nuevos estudios y ver que el pronóstico no era para nada bueno, expresó: “Desde febrero hasta octubre del 2020 empecé con la quimioterapia y entré en la segunda operación; a los 15 días volví a entrenar y pude ser parte del ascenso con Maipú”.

“Luego de eso, en uno de los controles de rutina, los médicos me dijeron que debía volver a someterme en otra operación, lo hice y en cuanto tuve el alta, parecía que fue peor porque debía entrar al quirófano otra vez y esta vez con riesgo de vida”, una segunda operación era necesaria y el futuro en las canchas era incierto.


Lee más: Guardiola descartó el fichaje de Messi al Manchester City


El panorama que los médicos le dieron a Villegas era muy desfavorable y contó una terrible confesión: “Para la segunda operación, los doctores me dieron 2 o 3 meses de vida. Esto yo no lo supe hasta que me recuperé finalmente, porque se lo dijeron a mis padres y ellos no me lo contaron”.

Lo más importante en todo este proceso fue la familia y gracias a ellos pudo salir adelante: “Sinceramente yo ya estaba cansado, mi familia y mi novia tuvieron mucho que ver para que yo elija operarme. Cuando me focalizaba en recuperarme y volver a jugar, tenía que volver al quirófano otra vez, daba un paso y volvía dos”.

Pese a que nada era positivo en ese momento, por la cabeza del jugador no pasó dejar de jugar al fútbol: “Nunca pensé en dejar de jugar, se me cruzó por la cabeza dejarme de operar y que sea lo que Dios quiera”.

“Cuando estaba presente lo disimulaban muy bien, yo en ningún momento sentí que algo malo pasaba”, contó Ezequiel respecto a su estado de salud. Pero los que más difícil vivieron esos meses fueron sus padres: “Sin duda ellos fueron los que peor la pasaron, no se entendía que yo estuviera entrenando sin dolor ni nada y que a mis padres les hayan dichos los médicos que tenía solo unos meses de vida”.

El día del milagro llegó, luego de pasar por cinco operaciones en seis meses el arquero estaba sano y listo para volver a hacer lo que más le gusta: “Después de la última operación, sin dudas fue un milagro, cuando entraron con las cámaras vieron que ya no salía nada de lo que había en los estudios anteriores. Vino la doctora y me dijo que salió todo perfecto”.

“Cuando se lo conté a mi mamá se largó a llorar y no entendía, recién ahí supe que me habían dado unos meses de vida y entendí a mi vieja”.


Esta experiencia de vida le dejó una enseñanza a Ezequiel que compartió con el colega Federico Lagiglia: “Después de todo te das cuenta lo que a veces nos quejamos y nos quejamos por pelotudeces y puteamos de que la vida es una mierda, y después hay gente como yo y como varios que están pasando o pasaron por lo mismo y que hubiéramos querido tener otra vida, sana y sin preocupaciones de estar haciéndote estudios y todo eso”.

“Después de lo que pasó veo la vida de otra manera, los entrenamientos los vivo al máximo y disfruto mucho. Ahora soy el último en irme porque me gusta disfrutar de esos momentos”.

El “Mono” contó que "lo peor ya pasó sin duda, ahora pase lo que pase le pondré el pecho y seguiré”.

"Todos los días son un regalo de Dios y los disfruto como tal, soy muy creyente y sé que por algo me pasó esto a mí y bueno gracias a Dios puedo contar mi historia, porque hay gente que no la ha podido contar”.

Para finalizar, Villegas dejó un claro mensaje para todas aquellas personas que atraviesan una situación similar a la que él pudo sobreponerse; “A la gente que está pasando por la misma enfermedad decirles que sean fuerte de cabeza, que no dejen de hacerse las quimioterapias, sé que son una mierda porque te dejan destruido, pero es la única manera que hay para curarse”.

Hoy Ezequiel volvió a hacer lo que más le gusta que es estar bajo los tres palos y relató cómo se prepara para afrontar un nuevo desafío: “Ahora lo que busco es prepararme bien, sumar minutos en la Liga y bueno después afianzarme en el banco de la Primera Nacional, quién te dice si me toca atajar”.