Después de 16 años como canciller de Alemania, Angela Merkel dejará su cargo en manos de Olaf Scholz. El cambio de mando no fue lo más llamativo de la ceremonia, sino que todo el parlamento alemán ovacionó y aplaudió de pie a la canciller saliente, a excepción de la bancada de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).

Previamente, en una ceremonia de traspaso de poder celebrada en la cancillería, Merkel le deseó a Scholz buena suerte: “Tome posesión de esta casa y trabaje con ella por el bien del país’", le dijo. A su vez, Scholz le agradeció a la canciller saliente su trabajo: “Usted dejó su marca en este país’".

El líder socialdemócrata fue nombrado oficialmente canciller este miércoles por el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier. Más tarde regresó al Parlamento para jurar el cargo ante el presidente del cuerpo ante la presencia de Merkel, ya como una ciudadana más.

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El nuevo canciller, que no es religioso, omitió la frase opcional “con ayuda de Dios’" del juramento, como hizo el predecesor de Merkel, Gerhard Schroeder.

Merkel, de 67 años, dejó atrás 16 años ininterrumpidos en el poder, una gestión que, sin embargo, no fue récord. Se quedó a solo 10 días de romper la marca de permanencia en el cargo de su mentor Helmut Kohl (1982-98).

Los alemanes se preguntan hoy qué hará su ex canciller de ahora en más. En los últimos tiempos, Merkel ha dicho que no buscará otro cargo político y que, por el contrario, se tomará tiempo para leer y dormir. “Y entonces veremos’", afirmó.

No obstante, mantendrá una oficina en su calidad de ex canciller en la céntrica Avenida Bajo los Tilos, cercana a la Puerta de Brandeburgo, en Berlín. Es la misma oficina que ocupó Kohl tras su retiro.