El féretro de Diego Armando Maradona fue retirado de la capilla ardiente que se había preparado y se lo trasladó al Salón de los Pueblos Originarios por una cuestión de seguridad cuando un grupo de personas se precipitó hacia el interior de Casa Rosada colmando el patio de Las Palmeras.

Pasadas las 14, la fila de fanáticos alcanzaba los dos kilómetros para despedir los restos del Diez pero, como la ceremonia culminaba a las 16, la impaciencia provocó que varios comenzaran a hacer presión para poder acercarse a la Plaza de Mayo. La policía intentó desalojar la zona provocando que los desmanes se volvieran más violentos.

Si bien se iniciaron los preparativos para que el cortejo fúnebre rumbo a Bella Vista se trasladara a lo largo de este recorrido, también se decidió extender el velorio hasta las 19. Pero la importante presencia policial, las corridas, los carros hidrantes y las balas de goma provocaron que todo se volviera un caos