El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y la ministra de Salud, Carla Vizzotti, anunciaron que desde el lunes 29 y hasta el miércoles 31 de marzo la administración pública queda eximida de la presencialidad.

Vizzotti advirtió que la situación epidemiológica es preocupante y señaló que si la incidencia de casos por 100.000 habitantes es mayor a 150 es un indicador de alerta. Al respecto indicó que en cuatro departamentos de aglomerados urbanos muy importantes están por encima de ese número. En ese contexto recomendó a las provincias generar las medidas de impacto positivo que se tuvieron a principios de enero, que son transitorias y de restricción geográfica, para “sostener el turismo con cuidado”.

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Vizzotti advirtió que se detectaron 17 casos de la cepa de Manaos en Córdoba, Buenos Aires y Santiago del Estero, a la vez que 28 argentinos contrajeron la cepa de Londres.

Ambos funcionarios se reunieron previamente con el presidente Alberto Fernández para analizar nuevas medidas a adoptar para evitar la propagación del coronavirus, ante el alza de contagios de los últimos días.

Al Gobierno le preocupa que se extiendan en la Argentina las nuevas cepas de coronavirus y la situación epidemiológica de los países limítrofes.

Si bien la vuelta a fase 1 por el momento está totalmente descartada, se analizan posibles restricciones, especialmente para la Semana Santa, con la idea de evitar un aumento de contagios y un estrés del sistema sanitario. Sin embargo, desde el Ejecutivo aseguran que no se afectará la economía ni el turismo interno.

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Este lunes se realizarán reuniones entre los Ministerios de Salud, y de Turismo y Deportes con las cámaras de turismo, de transporte, y las aerolíneas, para fortalecer los protocolos de cuidado. Además, se va a convocar un Consejo Federal de Salud y de Turismo conjunto para trabajar de manera consensuada y federal.