El infectólogo Hugo Pizzi dio un panorama sobre la realidad que está viviendo la provincia con los contagios de la variante Delta, y resaltó la imprudencia de la gente.
Córdoba sigue viviendo una pesadilla con la presencia de a variante Delta: más de 1000 personas aisladas, casi 50 imputados por romper la cuarentena cuando llegaron del exterior, y un prófugo, que aún no puede ser encontrado por la justicia.
El "Caso cero", el hombre de 62 años que llegó de Perú e incumplió su aislamiento, propagando el virus en 20 personas y aisló a otros 800, se encuentra en terapia intensiva luchando por su vida. El hombre, que es antivacuna, por lo que no había recibido la inoculación contra el coronavirus, tiene un cuadro de neumonía bilateral.
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“En caso de salvarse, está imputado con el artículo 205, otros con el 202, o sea seguro que cuando se recupere va a ir a la cárcel, porque hubo un fiscal que actuó rápidamente. Acá todos firmaron una declaración jurada cuando entraron, que sabían de qué se trataba y tenían que respetar la autoridad sanitaria", comentó el infectólogo Hugo Pizzi en Aurora 91.3.
Sin embargo, ese fue el inicio de la bomba: los contagiados decidieron no guardar cuarentena obligatoria y siguieron con sus actividades habituales. "Hubo una imprudencia increíble, porque sabiendo que estaban contagiados de la variante delta, siguieron atendiendo sus negocios".
Por otra parte aseguró que hay un gran enojo por parte de los familiares de los casos positivos, quienes se encuentran aislados, y pidió empatía para poder frenar el virus.
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