El peritaje balístico no pudo determinar quien disparó la bala que mató al jugador de Barracas Central, Lucas González. Según informaron, el plomo extraído del cuerpo del futbolista no posee características que permitan determinar con exactitud el arma de la cual salió el disparo mortal. 

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Sin embargo, sí se pudieron identificar el resto de los disparos, entre ellos dos, rescatados uno del asiento del acompañante del vehículo VW Suran en el que viajaban Lucas y sus amigos, y otro del guardabarros trasero izquierdo.

El peritaje concluyó que "las tres armas de fuego habrían sido disparadas con anterioridad a las pruebas realizadas", pero eso significa que ello hubiera ocurrido en el momento en que le quitaron la vida a la víctima. 

"Las tres armas de fuego (secuestradas a los policías, ndr) habrían sido disparadas con anterioridad a las pruebas realizadas", reza el reporte, donde también informa que se halló un proyectil disparado por un arma que no se corresponde con las reglamentarias que usaron los tres policías Gabriel Isassi, Fabián López y José Nievas.

"El proyectil encamisado, deformado, calibre .40 pulgadas, hallado en la vereda del inmueble sito en la calle Perdriel 1270, no ha sido disparado por ninguna de las pistolas estudiadas en la presente pericia. (Conclusión de eliminación)", detallan los profesionales. 

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En cuanto a la bala extraída del cadáver de Lucas González, la experticia indica que "el núcleo de plomo deformado, calibre 9mm, proveniente de la Morgue Judicial de la Nación, carece de marcas estriales directas para identificar. (Conclusión, inadecuado para la comparación)".

El documento no precisa por qué el resto de los proyectiles sí pudieron ser identificados con sus respectivas armas y solo el que mató a Lucas es imposible de identificar.