Lo determinó la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional.
La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional confirmó este jueves el procesamiento con prisión preventiva de siete efectivos de la Policía de la Ciudad detenidos por el encubrimiento del crimen de Lucas González, el adolescente asesinado a balazos por personal de esa fuerza de seguridad, en noviembre pasado en el barrio porteño de Barracas.
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El 5 de enero último, estos efectivos fueron procesados con prisión preventiva por el juez de Instrucción Martín del Viso como imputados de los delitos de "encubrimiento agravado por su condición de funcionarios públicos y ser el delito precedente especialmente grave, en concurso real con privación ilegal de la libertad calificada por tratarse de funcionarios públicos que obraron con abuso de sus funciones o sin las formalidades prescriptas por ley y por haber cometido vejaciones contra las personas que se detuvo en desempeño de un acto de servicio".
Ante este fallo, las defensas apelaron ante la Cámara y el incidente fue resuelto este jueves por la tarde por los jueces Alberto Seijas, Ignacio Rodríguez Varela –en disidencia parcial- y Hernán Martín López.
Para los camaristas, los descargos de los imputados en los que afirmaron que desconocían la ilegalidad del procedimiento policial en el que Lucas (17) fue asesinado "resultan inverosímiles".
"Es por tanto un elemento fáctico indiscutible que la noticia y conocimiento de lo realmente acaecido había recorrido ya todos los estamentos involucrados de la jerarquía policial, desde los efectivos de menor jerarquía inmediatamente presentes en el lugar hasta los jefes que participaron, así como tampoco ha logrado refutarse que estos últimos de inmediato se resolvieron por el encubrimiento", indicaron en su fallo.
Y en ese sentido sostuvieron que "los subordinados que se prestaron a la ejecución de tal designio han mantenido las insostenibles defensas y versiones formales sobre una actuación de buena fe, donde lo que era evidente para los superiores a los que informaban desde el lugar de los hechos (…) no era al parecer evidente para ellos mismos".
El crimen de Lucas sucedió cerca de las 9.30 del 17 de noviembre último, cuando la víctima y tres amigos de su misma edad salieron de entrenar del club Barracas Central a bordo del Volkswagen Suran del padre de uno de ellos y fueron interceptados por un auto Nissan Tiida de la Brigada de Investigaciones de la Policía de la Ciudad sin patente ni signos de ser policial, del que bajaron tres efectivos armados y sin identificar.
De acuerdo con las pruebas recabadas, los adolescentes creyeron que eran ladrones que iban a robarles, por lo que huyeron del lugar, momento en que los policías les dispararon desde distintos ángulos.
Al menos cinco tiros dieron en el auto y uno de ellos impactó en la cabeza de Lucas, quien horas más tarde murió.
Por el homicidio están procesados con prisión preventiva los policías Gabriel Isassi, Juan Nieva y Fabián López.
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Mientras que por el encubrimiento hay un total de 11 efectivos presos y otros dos imputados pero excarcelados.
La semana pasada, la familia de la víctima, a través de su abogado Gregorio Dalbón, adelantó que denunciará al juez Del Viso luego de que este no hizo lugar al pedido del fiscal Leonel Gómez Barbella para detener a otras cinco personas por el encubrimiento del hecho.
Además, el fiscal solicitó nuevamente las detenciones de las oficiales Lorena Miño y Micaela Fariña, quienes fueron liberadas por falta de mérito por la Sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional.