Ricardo Daniel Viera, de 47 años, está preso desde 2019, acusado de la muerte de su pareja, Elvira Generoso, de 58, quien pasó 37 días internada con más del 30 por ciento de su cuerpo quemado y finalmente falleció en el Hospital Escuela de Posadas.
Un polémico fallo ocurrió en la provincia de Misiones, donde un hombre que estaba a punto de ser procesado por femicidio y ser condenado a prisión perpetua, podría verse beneficiado y solo recibir 10 años de cárcel, luego de un cambio de calificación en la causa.
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Una semana antes del juicio oral y público, su defensor y el fiscal del Tribunal Penal número 2 de Posadas acordaron realizar un juicio abreviado, en un caso que pasó de femicidio a homicidio preterintencional. El polémico acuerdo se dispuso si el imputado admite su responsabilidad en el hecho y acepte la pena de diez años de prisión.
Ricardo Daniel Viera, de 47 años, está preso desde 2019, acusado de la muerte de su pareja, Elvira Generoso, de 58, quien pasó 37 días internada con más del 30 por ciento de su cuerpo quemado y finalmente falleció en el Hospital Escuela de Posadas.
El acuerdo fue firmado por el fiscal Antonio Vladimir Glinka y el defensor oficial Marcelo Ozuna, y ahora deberá ser ratificado por los jueces del Tribunal. En caso de quedar firme, Viera estará en condiciones de acceder a la libertad condicional en poco tiempo, ya que está preso desde el día del hecho, el 14 de julio de 2016.
De acuerdo a la reconstrucción que realizó la Justicia, el imputado y su pareja estaban alcoholizados en su casa del barrio Piedras Blancas, en la zona de Garupá y muy cerca de Posadas. El hombre dijo que iba a comprar más bebidas alcohólicas, pero la mujer se opuso, por lo que se generó una discusión entre ambos. Generoso le arrojó a su pareja una lata de pintura y Viera reaccionó, con varios golpes, por lo que se produjo una pelea.
En ese lapso, la mujer impactó contra un calentador a gas donde habían colocado a hervir una olla con porotos. Sufrió quemaduras tipo A y AB en los glúteos, parte del torso, brazos y piernas (cerca del 30 por ciento del cuerpo) y fue llevada por un vecino al Hospital Escuela "Doctor Ramón Madariaga", donde se constató que las lesiones le demandarían unos 45 días de curaciones. Asimismo, la víctima llegó con 2,19 gramos de alcohol por litro de sangre.
Por su parte, el hombre fue detenido ese mismo día, tras hallarlo bebiendo en el kiosco del barrio.
El agresor, que es pintor, alcohólico y había sido procesado anteriormente por hurto, llegó imputado por el delito de homicidio calificado por violencia de género, pero Ozuna sostuvo que en el expediente nunca se probó el nexo causal entre las quemaduras y la muerte, ya que la causa del fallecimiento informado por los médicos fue una infección intrahospitalaria. Además, dijo que su defendido había responsabilizado del hecho a otras dos personas que supuestamente habían estado bebiendo con ellos en la casa, pero el Juzgado que investigó el hecho nunca los citó a declarar.