Roberto Carmona, de 59 años y considerado un psicópata de acuerdo con distintos informes, estaba preso en una penitenciaría de la ciudad chaqueña de Roque Sáenz Peña.
Un peligroso criminal se dio a la fuga, tras una de las tantas visitas autorizadas a su familia en la ciudad de Córdoba, aunque luego de varias horas fue recapturado por la policía de la provincia.
Sin embargo, durante las pocas horas que estuvo prófugo -mientras se disputaba el partido entre Argentina y Croacia por el Mundial de Qatar-, asesinó a un remisero, solamente para quedarse con su vehículo.
Roberto Carmona, de 59 años y considerado un psicópata de acuerdo con distintos informes, estaba preso en una penitenciaría de la ciudad chaqueña de Roque Sáenz Peña por haber cometido tres crímenes alevosos en la década del "80: el de la joven Gabriela Ceppi, por entonces de 16 años, y el de otros dos reclusos cuando ya estaba encarcelado.
En más de una ocasión otros presos habían intentado asesinarlo cuando estaba en el penal del barrio San Martín, en Córdoba, y por eso fue trasladado al Chaco. De todas maneras, el juez que entendía en la causa, Juan Cima, le concedió la posibilidad de viajar regularmente a la capital cordobesa para reencontrarse con su esposa y su hijo.
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El operativo para realizar el traslado no era sencillo, ya que el trayecto -de 750 kilómetros- se hacía en auto y era necesaria la presencia de varios policías para custodiarlo. Inclusive, esos policías debían permanecer dentro de la casa de la esposa de Carmona; sin embargo, y por causas que se están investigando, el asesino logró escaparse.
En consecuencia, los seis policías que lo custodiaban fueron imputados y detenidos, a pedido del fiscal Horacio Vázquez.
Pero en su huída, Carmona paró un remis, le dio once puñaladas al conductor (Javier Bocalón), tomó el volante del vehículo aunque unas cuadras más adelante chocó contra un poste, presumiblemente en medio de un forcejeo con su víctima agonizante.
El reo se bajó del auto, asaltó una pareja y siguió caminando hasta que fue identificado por un policía, quien lo reconoció por un detalle casi menor: en las fotos que estaban circulando, Carmona estaba en bermudas y con medias de lanas enrolladas hacia los tobillos, algo inusual en esta época del año, con altas temperaturas.
Finalmente, fue recapturado y trasladado a la Central policial de la capital cordobesa, y al ser consultado por el motivo que lo llevó a asesinar al remisero respondió: "No sé, me pintó el violento".