El ex policía Mario “Churrasco” Sandoval fue condenado a 15 años de prisión por delitos de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de detención que funcionó en la Escuela de Mecánica de bArmada (ESMA) durante la última dictadura.

Sandoval, quien fue extraditado desde Francia en 2019, se desempeñaba en el “Departamento de Asuntos Políticos de la Superintendencia de Seguridad Federal”, uno de los organismos desde los cuales se organizó la persecución política durante el régimen.

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Tras el fin de la dictadura, Sandoval emigró a Francia y vivió allí al amparo de las leyes de impunidad, pero con la reapertura de los juicios por delitos cometidos durante la dictadura fue detenido y afrontó un proceso de extradición que se extendió por más de ocho años. Durante su vida civil en Francia llegó a ser docente de la Universidad de La Sorbona e incluso asesor del ex presidente Nicolás Sarkozy.

El Tribunal Oral Federal número cinco de la Capital Federal dispuso la condena contra el represor, alojado en la cárcel de Campo de Mayo —que depende del Servicio Penitenciario Federal— por el secuestro y desaparición de Hernán Abriata, un joven estudiante de arquitectura y militante de la Juventud Universitaria Peronista (JUP).

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El secuestro se produjo el 30 de octubre de 1976 y Abriata permaneció con vida (incluso se comunicó telefónicamente con su familia desde su lugar de cautiverio) por lo menos hasta enero de 1977, desde cuando nada más se supo de él. Si bien esta fue la primera condena contra Sandoval, hay otros procesos abiertos por delitos de lesa humanidad que se le atribuyen y por los que espera la realización de los respectivos juicios orales.