Por la ola de frío y el salto del consumo, más de un centenar de estaciones de servicio con "contrato interrumpible" fueron afectadas para garantizar el suministro de gas residencial.
La primera ola de frío polar del año disparó el consumo energético y algunas distribuidoras de gas natural debieron cortar el suministro considerado "interrumpible" a más de un centenar de estaciones de servicio que surten Gas Natural Comprimido (GNC) para vehículos para garantizar el servicio a los usuarios residenciales, cuya demanda es "prioritaria". En algunos casos se vende, pero con cupo.
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La noticia comenzó a reflejarse con largas colas en zonas del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y el sur de la provincia de Buenos Aires, pero se extendió a ciudades de Neuquén, Río Negro Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca y La Pampa, entre otras. El corte también afecta a algunas industrias y otros grandes usuarios tanto de manera total como parcial.
El aumento del frío generó un fuerte salto, de al menos 100%, en la demanda residencial, que es prioritaria, antes de lo programado por las empresas. Por tanto, las distribuidoras tuvieron que suspender el suministro en los usuarios que tienen contratos de "servicio interrumpible" que, a diferencia de los que son "en firme", son más económicos pero también susceptibles a cortes.
El vicepresidente de la Cámara de Expendedores de GNC, Oscar Olivero, explicó que si bien en Vaca Muerta "hay sobrante de gas" y con ese recurso "alcanzaría para todo el país y también para exportar, lamentablemente no hay forma de transportar el gas hasta los centros de consumo porque el gasoducto Néstor Kirchner que llegó hasta Salliqueló, tiene pendiente de finalizar el tramo de Salliqueló a los gasoductos troncales que van para las regiones norte este y oeste".
A ese punto se suman dos cuestiones: el abastecimiento local con buques de GNL importado y la política de subsidios que decidió el Gobierno para apuntalar su objetivo de sostener el superávit fiscal y el ahorro de dólares del Banco Central. Es que el gas que llega al país en barcos cuesta cerca de USD 13 por millón de BTU mientras que el GNC en las estaciones de servicio se comercializa a USD 4 el millón de BTU.
Las distribuidoras apuntan contra los estacioneros que prefieren contratar "servicio interrumpible" para comprar más barato el fluido. Los expendedores se defienden diciendo que no pueden comprar al triple del precio que venden en el surtidor.
Desde la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha) alertaron por la situación e indicaron que "se están registrando restricciones operativas ordenadas en principio por las Distribuidoras Camuzzi y GASNOR a las estaciones de servicio de expendio de GNC, por aparentes razones de fuerza mayor".
En cuanto a la situación de Mendoza, la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines dijo que, en general, las estaciones de la provincia tienen una capacidad contratada que alcanza para abastecer al mercado.
Por este motivo, no va a haber desabastecimiento. El corte se hace para cumplimentar con la normativa que exige cortar consumos interrumpibles antes de restringir consumos firmes de otras categorías.