La vicepresidenta fue repudiada por las decenas de personas que se encontraban fuera de la Basílica de San José de Flores
El arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, encabezó la misa del último adiós al pontífice. Bajo la premisa "Por el eterno descanso", la ceremonia congregó a unas mil personas.
"Llevátela", se escuchó el grito de uno de los presentes, mientras la presidenta del Senado se dirigía a un auto para ser trasladada. También se escucharon cantos donde llamaban a la vicepresidenta "nazi".
Además de la vicepresidenta Victoria Villarruel, el evento convocó a la vicejefa de gobierno porteño, Clara Muzzio; el diputado Leandro Santoro y el ganador del Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel.
"Solo recogimiento y acompañar a los católicos y al pueblo argentino en el dolor que sentimos por la pérdida de nuestro Santo Padre. Solamente quiero hablar hoy de lo que fue el papa Francisco". dijo la vicepresidenta a su paso, en las escalinatas de acceso.
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