El Sumo Pontífice argentino envió una carta para "asegurarles mi compañía espiritual" y la misma fue leída por el obispo de Mar del Plata que brindó un oficio religioso en el lugar del crimen.
Más de un millar de personas participaron de una misa celebrada frente al boliche Le Brique en la ciudad de Villa Gesell, en el sitio donde fue asesinado a golpes Fernando Báez Sosa, para reclamar por el fin de la violencia y que se haga justicia, en el que se destacó la lectura de un mensaje enviado, especialmente, por el Papa Francisco.