En un operativo inédito para el país, un vuelo especial con deportados desde Estados Unidos arribó a la Argentina. La medida, intensificada por la administración de Donald Trump, puso fin a la práctica habitual de que los ciudadanos argentinos expulsados regresaran en vuelos comerciales.

La aeronave utilizada es un Boeing 767-300 de la empresa Omni Air International, con capacidad para 247 pasajeros, alquilada por Washington para este tipo de operativos. El vuelo partió desde un aeropuerto no revelado de Estados Unidos, en medio de un fuerte hermetismo oficial, y realizó dos escalas antes de aterrizar en Buenos Aires: una en Bogotá, Colombia, y otra en el aeropuerto de Confins, en Belo Horizonte, Brasil.

El despegue desde Belo Horizonte fue a las 21.30, lo que implicó que la llegada a Ezeiza se diera en los primeros minutos del jueves. Según la información difundida, en este primer vuelo fletado viajaron al menos 16 ciudadanos argentinos.

El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos detalló que los motivos de la expulsión son diversos, incluyendo ingreso ilegal, permanencia no autorizada, condenas por delitos o ser considerados una amenaza para la seguridad nacional.