Las residencias de adultos mayores fueron protagonistas desde el comienzo de la pandemia. Estos lugares de larga estadía para quienes necesitan cuidados permanentes, o no cuentan con familia con tiempo o disposición, son el hogar de uno de los mayores grupos de riesgo del COVID-19 y siguen siendo, a más de tres meses de emergencia sanitaria, uno de los principales focos de contagio y que es muy difícil de frenar. Por ese motivo, deben contar con protocolos estrictos, y es menester que los cumplan a rajatabla. 

Pinar Plaza Hotel y Spa, un geriátrico del departamento de San Martin, tuvo la atinada idea de presentar su protocolo a través de una representación, con imágenes y detalles en un video. Esperan que esta realización audiovisual, que fue iniciativa de Raúl Rogel, su director, llegue a la mayoría de las instituciones. “El video se hizo en base a la necesidad. Con tanta sobrecarga de información, quisimos hacer visibles los protocolos, hacerlos más fáciles, incluso a 100 días de declarada la pandemia. La idea es buscar prácticas diferentes de llevar adelante los protocolos. Ya que disminuyen el nivel de contagio, pero en las personas que están sintomáticas, pero después queda el 80% de casos, que son asintomáticos. Entonces, lograr que todos hagamos el ejercicio de cumplir los protocolos es fundamental. La guerra es con la prevención”, aseguró Rogel. 

En las residencias gerontológicas, sería ideal contar con el suficiente personal de acuerdo a la cantidad de residentes. Según el director de Pinar Plaza, la estimación correcta es contar con el doble de personal del número de residentes: “Estos índices se basan en residencias que funcionen bajo estándares de calidad, según un relevamiento a nivel nacional que nosotros pudimos hacer, la situación no se cumple en todos los geriátricos. En un estadio de mercado que hicimos desde Pinar Plaza, la situación es mucho más compleja. Desde 1980 las residencias geriátricas solamente aplicaban el concepto de hábitat, que es cama, comida y aseo. Pero a partir de 1990, la OMS dispuso que ya no puede verse más así y establece que hay que tener una mirada integral y personalizada de las necesidades de los residentes”. 

En el estudio de mercado que realizó Raúl Rogel, pudo visualizar que el 90% de las residencias gerontológicas, a nivel nacional, solo se dedican al concepto de hábitat de antaño. “Lo que hace 40 años cambió la OMS, a nivel mundial, no se cumple. Todavía se habla de la dignidad del adulto mayor y la verdad es que es bastante complejo. En nuestra institución tratamos de darle un trato integral a nuestros residentes. Están contenidos por un grupo de profesionales, de psicólogos y asistentes sociales, sin embargo, la situación actual no deja de ser angustiante".

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