Miguel Angel Russo no continuará en Boca. Si bien el entrenador mantendrá este martes una reunión con el Consejo de Fútbol en el entrenamiento, la decisión ya está tomada: es un ciclo cumplido.

Según indicó Olé, los diez partidos seguidos sin ganar y el equipo sin rumbo fueron la sentencia final para el DT campeón de la Copa Libertadores 2007 con el club de La Ribera.

Desde las primeras horas de este lunes comenzó a circular la versión que el Consejo de Fútbol, encabezado por Juan Román Riquelme, esperaba “un gesto” del entrenador y que diera un paso al costado, ya que no querían despedirlo, pero en las últimas horas de este lunes le comunicaron que no continuará en el club.

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Boca tuvo un pésimo arranque de semestre: cayó eliminado en los octavos de final de la Copa Libertadores (a manos de Atlético Mineiro y con escándalo por el VAR) y arrastra diez partidos sin poder ganar, igualando la racha de 1957, la máxima de la historia sin triunfos. La alegría por eliminar a River en la Copa Argentina duró poco: el Xeneize está penúltimo en la Liga Profesional, con 4 unidades, una por encima de Rosario Central y Vélez.

Encima, no hace goles: llegó a la marca de 599 minutos sin convertir tantos, que se cortó con el gol en contra de Miguel Torrén -por un tiro libre de Edwin Cardona- en el empate por 1-1 contra Argentinos en la Bombonera. El portal TyC publica que el último tanto que anotó un futbolista de Boca fue Agustín Obando, contra Unión en la primera fecha, hace 711 minutos de juego, casi 12 horas.

Para este martes estaba prevista una reunión entre Juan Román Riquelme y Miguel Ángel Russo para discutir su continuidad al frente del equipo. Sin embargo, la decisión ya está tomada y el entrenador, más allá de que él quería, no continuará en Boca.

Sebastián Battaglia, quien se encontraba trabajando en la Reserva del club, será ahora quien tomará las riendas del plantel profesional. Los incidentes en Brasil hicieron que el ex mediocampista se probase en dos partidos por el torneo local, cuando toda la delegación de primera -incluido Russo- se encontraba aislada por haber roto la burbuja en Belo Horizonte.