Tras los hechos desatados en el pasado domingo, donde, durante el encuentro entre Huracán Las Heras y Ferro de General Pico, el director técnico del equipo pampeano resultara herido por una bala, el presidente habló sobre la pesadilla que vivieron los integrantes del club. 

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Tanto los jugadores como los dirigentes que viajaron llegaron a La Pampa, pese a recibir "amenazas desde el primer momento". 

"Fue una balacera bastante importante y es la primera vez que se produce dentro del campo de juego y que los jugadores sientan que los balazos le pasaban cerca, que cualquiera podría haber perdido la vida, que a Mauricio la bala lo raspó, pero podría haber pasado otra cosa", destacó Ariel Hernández, presidente del club, en Aurora 91.3. 

En tanto, relató que "todos corrían para salvar su vida, tantos hinchas como las familias que fueron a ver el partido". "Muchos jugadores lloraban en el vestuario hasta que vieron que el técnico estaba bien. Después tuvimos que calmar a los familiares de los jugadores", agregó. 

Sin embargo, la pesadilla no terminó ahí, ya que el plantel visitante tuvo que ingeniárselas para salir y evitar complicaciones con aquellos hinchas que estaban provocando los disturbios, sin embargo fueron apedreados hasta el regreso al hotel, donde se comunicaron con el ministro de Seguridad de La Pampa para que hablara con su par mendocino y arreglar el retorno a su provincia. 

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Los jugadores "llegaron cansados, agobiados y mal", por lo que, entre las sanciones ejemplificadoras que solicitan, piden "nunca más ir a esa cancha hasta que se den las condiciones", pero aclararon que no se busca sacar una ventaja deportiva. 

"Fue un partido irregular desde el minuto cero, así que veremos que sanciones saca el comité de disciplina. Es una situación que no nos gusta haber vivido y que no queremos que nadie viva", sostuvo. 

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Por otro lado, argumenta que no recibió ninguna llamada de parte de los dirigentes del club mendocino y opinó que, a pesar de resaltar que desconoce como es el funcionamiento del club, un presidente "tiene que dar las garantías para que un partido se juegue". 

"Los dirigentes debemos ser sinceros y poner un límite hasta donde los hinchas se puede hacer partícipe. Los barras de la mayoría de los equipos funcionan como sindicalistas, como punteros. Si no le puedo dar la garantía de seguridad a mis jugadores, trato de que se juegue sin hinchas. Tenemos que marcar el camino de que ningún club juegue un partido sin tener las garantías", culminó. 

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