Las fuertes ráfagas retrasaron el aterrizaje y luego postergaron el descenso de los jugadores que eran esperados por una multitud. Papu Gómez no viajó por una lesión.
Luego de sufrir varias horas de retraso, la Selección Argentina se instaló en San Juan a la espera del choque de este martes ante Brasil por las Eliminatorias Sudamericanas.
La delegación encabezada por Lionel Scaloni, Lionel Messi y compañía tuvo que demorar su aterrizaje en la provincia cuyana por la presencia de ráfagas de viento. El público que esperaba en el hotel también lo sufrió.
Los vientos alcanzaron los 70 kilómetros por hora y complicaron la llegada tanto de Argentina como de Brasil. Ambos planteles llegaron incompletos: Argentina sin Alejandro "Papu" Gómez (que no viajó por un golpe en su rodilla izquierda) y Brasil sin su 10 y capitán, Neymar Jr. por una sobrecarga en los aductores.
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Antes de emprender el viaje hacia la provincia de San Juan, la delegación argentina recorrió las obras del nuevo edificio situado en el predio de Ezeiza.
La Selección ya está alojada a la espera del partido de mañana en el Hotel Del Bono, en la capital de la provincia cuyana, al que ingresó por una puerta lateral, provocando el desborde de algunos hinchas que esperaban en la puerta principal.
Luego de la caótica y multitudinaria venta de entradas en el autódromo El Villicum, la gente volvió a aglomerarse pero esta vez en las puertas del Hotel Del Bono Park, ubicado en avenida Ignacio de la Roza a metros de Circunvalación, en Capital.
Los fanáticos aguardaron, pese a las intensas ráfagas del Sur, ver a sus ídolos aunque sea desde lejos, ya que han vallado toda la zona para que el colectivo que traslada a los jugadores pueda llegar al complejo sin inconvenientes.
Sin embargo, esa calurosa bienvenida que el público local le quería brindar al seleccionado de Lionel Scaloni se tornó un tanto tumultuosa, ya que los hinchas que estaban allí esperando la llegada de los futbolistas comenzaron a saltar el vallado previsto por las autoridades locales, hubo corridas y los efectivos de seguridad fueron sobrepasados y no lograron contener a los fervientes fanáticos, que querían llegar lo más cerca posible a sus ídolos.
Pasada las 23 y con Lionel Messi a la cabeza, varios futbolistas de la Selección Argentina salieron a la puerta del hotel para retribuirle el afecto al numeroso grupo de personas que desde muy temprano llegó hasta el hotel a esperar a sus ídolos.