En medio de un destacado Gran Premio de Silverstone, Carlos Sainz, de Ferrari, se quedó con la primera posición durante el final de la carrera y consiguió estrenarse como flamante ganador de una fecha en la Fórmula 1 luego de 150 carreras en su historial. 

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En un carrera espectacular, llena de sustos, emoción y alternativas, Sainz por fin tocó el cielo. Le acompañaron el podio Sergio Pérez y Lewis Hamilton.

La carrera arrancó con el accidente más espeluznante de la temporada. Hasta cinco pilotos se vieron afectados por diversos choques en la salida, pero la peor parte se la llevó Guanyu Zhou. Embestido por el Mercedes de Russell, su Alfa Romeo volcó y rodó unos cuantos metros boca abajo hasta que se estampó con las vallas de Silverstone. 

Carlos Sainz, que había perdido el liderato a manos de Verstappen en esta salida anulada, tuvo una segunda oportunidad una hora después, cuando se repitió el proceso. El madrileño sí defendió entonces con uñas y dientes su primer puesto de los ataques del vigente campeón mientras Leclerc se tocaba con los dos coches de Red Bull. 

Con la carrera ya definitivamente lanzada, Verstappen se pegó a la espalda de Sainz. Sobre su cogote, la respiración amenazante de un campeón mundial. Una situación de máxima presión que le llevó a cometer un error en la décima vuelta. Se salió de pista y el holandés agarró el mando de la carrera, pero por poco tiempo. Dos giros más tarde sufrió un pinchazo y tuvo que entrar a boxes.  

En el ecuador de la carrera, Leclerc adelantó a su compañero Sainz y parecía que todo se quedaba para el competidor de Mónaco, pero vueltas más tarde nuevamente se cambiaron las posiciones hasta que terminase la carrera. 

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