El heptacampeón comienza un nuevo desafío en la Máxima, como piloto de Ferrari.
Lewis Hamilton ha hecho realidad un sueño, uno de los pocos que le quedaban en su icónica carrera en el automovilismo, ser piloto de Ferrari. Hoy ha sido el primer día del británico en Maranello, el comienzo de una nueva era para él y la Scuderia, la cual afronta con mucha ilusión y deseando ver lo que les deparará el futuro juntos.
Hoy, 20 de enero de 2025, es el comienzo de una nueva era. Hamilton ha visitado Maranello por primera vez como piloto de Ferrari. El primer día en la oficina de Lewis no ha podido ser más emotivo y quedará siempre grabado en la retina del siete veces campeón del mundo.
A Hamilton le quedaban pocos sueños por cumplir en su icónica carrera en el automovilismo, por las cuales siempre estará inmensamente agradecido, pero hoy ha cumplido uno de los que le faltaba, que era experimentar lo que siente un piloto de Ferrari en su primer día en Maranello.
"Hay algunos días que recordarás para siempre y hoy, mi primer día como piloto de Ferrari, es uno de ellos. He tenido la suerte de haber conseguido cosas en mi carrera que nunca pensé que serían posibles, pero parte de mí siempre ha tenido el sueño de pilotar vestido de rojo. No puedo estar más feliz de hacer realidad este sueño hoy", ha comentado Hamilton en su cuenta oficial de Instagram.
Por números, el que es el piloto más exitoso de la historia de la Fórmula 1 y el que es el equipo más exitoso de la historia de la Fórmula 1 han unido fuerzas y empiezan juntos una nueva era. El tiempo dirá si acaba siendo exitosa o no, pero no hay dudas de que este comienzo despierta mucha ilusión y Lewis tiene muchas ganas de ver lo que le depara el futuro vestido de rojo.
"Hoy arrancamos una nueva era en la historia de este icónico equipo y no puedo esperar a ver qué historia escribiremos juntos", ha expresado Lewis para cerrar.
Después de este sueño hecho realidad, Hamilton ya pone su mente en su debut oficial en pista y en Fiorano de este miércoles. Se subirá por primera vez a un bólido rojo en un momento que también será icónico y que Lewis tampoco olvidará jamás.