Lee Aaliya estalló el tablero con una volcada durante el calentamiento y el inicio del partido se demoró casi una hora.
En el marco del inicio, este martes, de las Finales de la Liga Nacional de Básquet, con el primer juego en una serie a mejor de siete en Boca e Instituto de Córdoba, el partido se vio demorado en el inicio por un insólito motivo: rompieron un tablero con una volcada en el precalentamiento.
El encuentro estaba agendado a las 22 horas en La Bombonerita, con transmisión de TyC Sports y BasquetPass. Sin embargo, Lee Aaliya estalló el tablero con una volcada durante el calentamiento y obligó a que el salto inicial se postergue casi una hora.
"¿Qué querés que te diga? La fui a volcar y... ahí está. Yo siempre quise romper uno pero en la entrada en calor no. Si fuese en el partido sería lindo pero acá... En la final menos, aparte esto atraza, perdón", explicó entre risas el jugador de Instituto.
El enfrentamiento entre el equipo de la capital y el conjunto cordobés no es uno más: es la revancha de la final de la temporada pasada, donde Boca se llevó el título con un 4-2. Si bien el Xeneize, actual campeón, llega con un leve favoritismo, la paridad se anticipa en cada encuentro.
Boca fue el mejor equipo de la fase regular, acumulando un impresionante récord de 29 victorias y solo 9 derrotas, lo que le asegura la valiosa ventaja de jugar como local en los partidos decisivos. En los playoffs, mostró cierta vulnerabilidad al sufrir más de lo esperado contra Ferro en cuartos, necesitando un quinto partido para avanzar, pero luego exhibió su poderío al barrer a Quimsa en semifinales.
Por su lado, Instituto llega con una campaña sólida, habiendo finalizado tercero en la fase regular con 26 victorias. El equipo cordobés demostró contundencia en esta postemporada, superando tanto los cuartos de final como las semifinales en tan solo cuatro partidos cada una, dejando en el camino a Riachuelo y Regatas respectivamente. Esta performance sugiere que Instituto arriba a la final con un gran ritmo y la clara intención de desafiar la hegemonía del campeón.