Independiente Rivadavia está escribiendo una página dorada en su historia deportiva. El equipo mendocino se mide ante River Plate en la provincia de Córdoba por las semifinales de la Copa Argentina, buscando un histórico pasaje a la gran final que, además, otorgaría un boleto a la Copa Libertadores. El encuentro, que comenzó a las 22:10 en el Estadio Mario Alberto Kempes, se fue al descanso con el marcador clavado en cero, 0-0, tras un final de primera mitad pasado por agua y con serias complicaciones climáticas.

El dominio Millonario y la reacción Azul

Si bien el inicio mostró paridad con aproximaciones por lado (una de Driussi y otra de Villa), el equipo de Núñez fue haciéndose dueño del balón y del territorio. River generó las situaciones más claras: Juanfer Quinteros probó con un zurdazo que contuvo Ezequiel Centurión, y luego el palo le negó un gol al colombiano en un remate de media distancia. La defensa leprosa tuvo que multiplicarse para sofocar la vehemencia del "Millonario", llegando incluso a un crucial rescate de Sheyko Studer sobre la línea para mantener la igualdad antes del descanso.

Cuando el primer tiempo expiraba, un diluvio se desató con fuerza inusual sobre el Kempes, inundando rápidamente sectores del campo de juego y obligando al árbitro Andrés Gariano a postergar el inicio del complemento. El cuerpo arbitral inspeccionó el césped visiblemente anegado y decidió esperar por 15 minutos, con la organización trabajando a contrarreloj para intentar filtrar la gran cantidad de agua caída.

La incertidumbre es total. Independiente Rivadavia, por primera vez en esta instancia del torneo, ha resistido 45 minutos de la intensa presión de River y la furia del cielo cordobés. La “Lepra” espera reanudar el juego para buscar la hazaña, mientras el campo de juego sigue evaluándose ante el latente riesgo de suspensión.