En solo 24 horas después de asegurarse el título en la Ligue 1 con el PSG, Lionel Messi fue avistado en Barcelona en una situación peculiar: como un simple espectador. Después del empate 1-1 contra el Racing de Estrasburgo, que aseguró la consagración de su equipo una fecha antes del final, el astro argentino, de 35 años, viajó junto a su familia a Cataluña. 

Fue en el estadio Montjuic donde se le vio junto a su esposa, Antonela Roccuzzo, disfrutando del recital de Coldplay. 

Gerard Romero, periodista y propietario de un equipo de la Kings League de Gerard Piqué, fue quien dio a conocer la escapada del delantero, provocando la clásica ovación de los aficionados al divisarlo: "¡Meeessi, Meeessi!" 

Pero ese no fue el único reconocimiento del día. Horas antes, durante el partido del FC Barcelona contra el Mallorca en el Camp Nou, los fanáticos volvieron a pedir su regreso en el minuto 10, haciendo referencia al número que se convirtió en leyenda. 

Esto se da en el contexto de que Messi quedará en libertad de acción el próximo 30 de junio. Mientras disfrutaba del espectáculo en Barcelona, en París se llevaba a cabo la gala del Sindicato de Jugadores Profesionales de Francia (UNFP), donde el argentino competía por el premio al mejor jugador de la Ligue 1, el cual finalmente fue para Kylian Mbappé. 

Aun así, el delantero campeón del mundo en Qatar fue incluido en el equipo ideal, junto a otros compañeros suyos como el mencionado Mbappé, Achraf Hakimi y Nuno Mendes.