Esta decisión se debió a que el Parlamento Europeo descartó que la bebida lleve en su etiqueta advertencias sobre el consumo excesivo.
Finalmente, el Parlamento Europeo desestimó el pedido de darle al vino un tratamiento similar al tabaco, por lo que no llevará la etiqueta de advertencia sobre el riesgo de contraer cáncer en caso de consumir en exceso. La noticia trajo alivio a Argentina, uno de los países que exportan dicha bebida al viejo continente.
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La cámara había comenzado a discutir sobre el peligro que puede traer el consumo de bebidas alcohólicas a partir del Plan para Combatir el Cáncer elaborado por la Comisión Europea, donde mencionaban que el alcohol era "un factor de riesgo" para contraer dicha enfermedad y lo comparaba con el tabaco, citando a la Organización Mundial de la Salud, que indicó que "no hay un nivel seguro de consumo de alcohol".
No obstante, los párrafos que refieren al consumo de alcohol fueron extraídos del texto final. De esa forma, el plan que consistía en reducir el consumo nocivo de alcohol en Europa en 10% para 2025 cayó.
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Así también se descartó la medida más cuestionada, la que indicaba el cambio en el etiquetado de las bebidas alcohólicas para incluir advertencias sanitarias y a la prohibición de publicidad de este tipo de bebidas en eventos deportivos.
Sin embargo, se aprobó la implementación de un etiquetado sobre la importancia del consumo moderado, en vez de "etiquetas con advertencias sanitarias".