Así lo reveló un informe de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos (CECHA).
En los meses de mayo, junio y julio, se registró una caída del servicio del 4,2%. Desde el sector aseguran estar afectados “por la crisis, la inflación y la falta de políticas energéticas serias”.
El mayor índice de caída en la venta de combustibles se dio en el mes de julio, donde se registró un descenso del 3,1%, registrando caídas en 18 de las 24 provincias de nuestro país.
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Desde CECHA aseguraron que "esto es una señal de alerta para nuestro sector, que viene sufriendo desde la recesión de 2018 y hoy sobrevive en un contexto totalmente hostil, marcado por la falta de políticas energéticas claras y con rumbo incierto, la inflación y los precios pisados en los surtidores”.
Además, el relevamiento también muestra que el precio de los combustibles líquidos permanece atrasado en relación al resto de los precios de la economía. A partir de esto, las estaciones de servicio tienen que vender un mínimo de 283.000 litros mensuales para alcanzar el punto de equilibrio, volumen al que no llega el 48,1% de las estaciones de todo el país.
El total de combustibles vendido en el canal minorista argentino, durante julio, fue 10,3% mayor que el nivel registrado en julio de 2021. Aun así, desde CECHA aclararon que, si bien el volumen expendido se encuentra por encima del año pasado, en aquel entonces todavía no se había alcanzado a recuperar el terreno perdido por efecto de la pandemia.