Permitiría a comienzos de 2023 sumar el transporte de más de 100.000 barriles de exportación del shale oil neuquino. El sistema binacional cuenta con una extensión de 427 kilómetros. El objetivo es rehabilitarlo tras 16 años de inactividad.
El Oleoducto Trasandino (Otasa), que vincula Vaca Muerta con Chile y que se encuentra inactivo desde 2006, comenzó con las pruebas necesarias para su rehabilitación, lo que permitiría a comienzos de 2023 sumar el transporte de más de 100.000 barriles de exportación del shale oil neuquino.
El sistema binacional, que tiene a YPF, Chevron y ENAP como los principales accionistas, cuenta con una extensión de 427 kilómetros y el objetivo es rehabilitarlo tras 16 años de inactividad para así garantizar el despacho de petróleo a Chile y a los mercados del Pacífico.
La reactivación de este proyecto -declarado estratégico por los gobiernos de Argentina y Chile-, permitirá incrementar la capacidad de transporte del petróleo incremental que se produce en la formación neuquina de Vaca Muerta.
Leé más: Consumidores coinciden en la necesidad de conocer costos y stocks para evitar especulación
El ducto tiene una capacidad para transportar 17.500 metros cúbicos por día, equivalentes a 110.000 barriles diarios, y desde YPF se trabaja a la par para vincularlo con el oleoducto Vaca Muerta Norte, que irá desde Puesto Hernández hasta Loma Campana.
Para que tenga un funcionamiento a pleno será necesario unir la cabecera con la ventana principal de shale oil ubicada en torno a la localidad neuquina de Añelo, lo que demandará una interconexión de unos 180 kilómetros de nuevo ducto.
Los trabajos de prueba de la cañería iniciados en los últimos días se realizarán en cuatro etapas: La primera va desde Rincón de los Sauces, Puesto Hernández y Pampa de Trill.
Leé más: Las franquicias de Mostaza, bajo la lupa judicial
De allí se inicia la segunda etapa hasta La Primavera; la tercera va desde La Primavera hasta la estación El Avellano, en Chile, y desde allí el último tramo ya en el vecino país.
Así, el ducto que nace en el área denominada Puesto Hernández alcanza a las refinerías de la compañía de energía chilena ENAP, y de allí al puerto de Concepción, abriendo la exportación a nuevos países a través del Pacífico.
Con este objetivo se dio comienzo al reinicio del bombeo que la empresa realiza en vistas al pasaje del Scraper, la herramienta inteligente que tiene la misión de verificar la integridad del ducto hasta donde cubre el territorio provincial.