Aunque su incidencia es relativamente baja, los avances en las técnicas de diagnóstico permiten identificar y tratar esta condición de manera más efectiva, salvaguardando la salud de la mujer.
María Becerra preocupó a sus seguidores al compartir una foto junto a J Rei desde una clínica para contar que había perdido un embarazo. "¡Hola a todos! Queremos tomarnos un momento para contarles algo importante y personal. Ayer tuve que realizarme una intervención debido a que estaba cursando un embarazo ectópico. Afortunadamente, todo salió muy bien y ya estamos con Juli en casa, recuperándome rodeada de mucho amor", explicó la cantante en su cuenta oficial de Instagram.
"El embarazo ectópico es una condición potencialmente grave que ocurre cuando un embrión se implanta y comienza a desarrollarse fuera de la cavidad uterina, lo que impide que el embarazo prospere de manera normal", explica el tocoginecólogo Alan Guetmonovitch (M.N. 138.010) y agrega que mientras que los embarazos normales se desarrollan dentro del útero, los ectópicos se localizan en otras áreas, siendo la trompa de Falopio el lugar más común.
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"Esta condición representa aproximadamente el 2% de todos los embarazos. Su incidencia ha ido en aumento debido a factores como el uso creciente de técnicas de reproducción asistida", señala.
El especialista explica que en un embarazo normal, el óvulo fertilizado viaja desde los ovarios hasta el útero, donde se implanta en la pared uterina y comienza a desarrollarse. Sin embargo, en un embarazo ectópico, este proceso se ve alterado, y el óvulo fertilizado se implanta en lugares inapropiados, como las trompas de Falopio (en más del 95% de los casos), el cuello uterino, el ovario o, en casos raros, en la cavidad abdominal.
Existen varios factores que aumentan el riesgo de desarrollar un embarazo ectópico. Entre ellos, destacan:
El diagnóstico temprano del embarazo ectópico es crucial para evitar complicaciones graves. Una de las principales herramientas diagnósticas es la ecografía transvaginal, que permite visualizar el área donde se ha implantado el embrión. Además, se utiliza el análisis de la hormona gonadotropina coriónica humana (hCG), conocida como "beta", que se encuentra elevada en mujeres embarazadas. En un embarazo ectópico, los niveles de hCG pueden ser más bajos de lo esperado para el tiempo de gestación, lo que puede ayudar a los médicos a sospechar de esta condición.
Es importante que cualquier mujer con síntomas sugestivos de embarazo ectópico busque atención médica inmediata, ya que esta condición puede poner en peligro la vida si no se trata a tiempo.
El tratamiento del embarazo ectópico varía según la etapa en la que se diagnostique y el estado de salud de la paciente. En los casos en los que el embarazo se detecta de manera temprana y la paciente se encuentra estable, se puede administrar un medicamento llamado metotrexato, que detiene el crecimiento del tejido embrionario y permite que el cuerpo lo reabsorba.
Sin embargo, si el embarazo ectópico ha avanzado o si existe un riesgo de ruptura de la trompa de Falopio, el tratamiento más común es quirúrgico. Dependiendo de la gravedad, la cirugía puede realizarse mediante laparoscopia, un procedimiento mínimamente invasivo que permite extirpar el tejido ectópico y, en algunos casos, la trompa afectada. Si la trompa de Falopio se ha roto, puede ser necesaria una cirugía de emergencia.