Afirman que la producción rondará los 20 millones de quintales. Hay tranquilidad por la inflación, pero también dudas sobre la rentabilidad.
Productores y cámaras empresarias vinculadas a la industria vitivinícola afirmaron que la temporada 2025 tendrá una cosecha superior a la que hubo el año pasado, la que podría alcanzar los 20 millones de quintales. Además, si bien se mostraron positivos por la estabilidad inflacionaria, advirtieron por el tipo de cambio.
Si bien el informe que elabora el Instituto Nacional Vitivinícola (INV) aun no está finalizado, desde el sector estimaron un crecimiento en la Provincia con respecto al 2024.
"Es pronto para tener números finos, porque en algunos sectores se está empezando con algunas variedades tempranas. En los núcleos fuertes de Mendoza y San Juan empiezan un poquito más tarde y hay algunos fenómenos climáticos que pueden modificar el número. A pesar de esto, estimamos que va a ser mejor que el año pasado, entre un 10 y un 15%", explicó Mario González, titular de la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR).
En el mismo sentido opinó Sergio Villanueva, director ejecutivo del Fondo Vitivinícola, quien colocó las estimaciones privadas en torno a los 22 millones de quintales.
"Las estimaciones privadas, que siempre son subjetivas, señalan que la producción va a estar un 10% por encima del año pasado. Teniendo en cuenta que en el 2024 se cosecharon 19 millones de quintales, este año rondaría entre 21 y 22 millones de quintales", indicó Villanueva.
En tanto, Mauro Sosa, del Centro de Viñateros y Bodegueros del Este, precisó que los factores climáticos, en su mayoría, colaboraron para una campaña mejor a la del año anterior.
"Esta temporada hubo poco granizo en zonas productivas, algo de peronospera, buenas horas de calor y bastante presencia de Lobesia Botrana. En este contexto, podemos decir que la cosecha en líneas generales es mejor a la del año pasado, aunque la realidad de cada productor puede variar", indicó Sosa.
Los empresarios afirmaron que el 2024 fue algo mejor para el sector que el 2023 y esperan que pueda repetirse una leve mejora para el 2025. A pesar de esto, la preocupación está centrada en el tipo de cambio, que es "poco competitivo" para el sector exportador.
"La competitividad se está complicando. El tipo de cambio está prácticamente fijo con variaciones muy pequeñas. Si bien es muy positivo para la Argentina y para la estabilidad que estamos teniendo en el último año, también es cierto que hace perder competitividad en un esquema de costos en donde han estado al alza", explicó el titular de Coviar.
En este contexto, González aseveró que es necesario verificar dos temas clave. Uno es la parte impositiva, que es una carga muy fuerte sobre la cadena vitivinícola y el otro son los costos logísticos que tiene el sector.
En tanto, Fabián Ruggeri, titular de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (Acovi) aseguró que por el momento "no hay precio" y advirtió que "el mercado está "muy quieto".
"De precio por ahora no se habla absolutamente nada. El mercado está extremadamente quieto. No hay precios de referencia en este momento y no sabemos qué puede pasar en los próximos meses", expresó Ruggeri.
Por su parte, Villanueva fue más positivo y afirmó que es pronto para analizar la competitividad, ya que hay varios insumos del sector que han comenzado a bajar su precio.
"Lo que está pasando es que hay varios insumos que han bajado su precio, por lo que hay que ver como queda todo luego de que se acomode. Mover el tipo de cambio no es positivo para el sector, ya que históricamente esa ventaja se borra rápidamente, porque nuestros insumos aumentan casi de manera automática"