El Gobierno nacional confirmó un cambio significativo en el esquema cambiario que regirá a partir de enero de 2026. El Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció que las bandas de flotación del dólar dejarán de ajustarse a un porcentaje fijo y pasarán a actualizarse mensualmente según el índice de inflación que publique el Indec. La medida, que se conoció tras la publicación del dato de inflación de noviembre, busca dar mayor previsibilidad al mercado y reforzar el nivel de reservas.

Ajuste por IPC y programa de recompra de reservas

Hasta ahora, el esquema de bandas de flotación del dólar se movía a un ritmo preestablecido del 1% mensual. Con el cambio anunciado, el ajuste reflejará directamente la inflación; tomando como referencia el último registro, que fue del 2,5%. De este modo, desde enero la banda se moverá en esa proporción y el techo del dólar se ubicaría en torno a los $1.556.

Esta modificación permitirá al BCRA, presidido por Santiago Bausili, dejar que el precio de la divisa fluctúe sin la necesidad de vender reservas de manera inmediata para intervenir, como lo venía haciendo en el último tiempo. El organismo presentó la medida tras el cierre de la rueda cambiaria.

En paralelo al ajuste por inflación, el Banco Central anunció un programa de recompra de reservas, ya anticipado previamente, con el objetivo de acompañar un esperado aumento en la demanda de dinero a partir del próximo mes. Este programa podría implicar compras que oscilan entre los US$ 10.000 millones y US$ 17.000 millones, según detalló la entidad monetaria.

El Central aclaró que mantendrá un sesgo en su política monetaria que evite esfuerzos sostenidos de esterilización mientras la demanda de dinero evolucione conforme a lo esperado. Además, para garantizar la liquidez, el programa de recompra se mantendrá en línea con el volumen operado en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), que el Central señaló que presenta fluctuaciones notables.

El organismo también incluyó la posibilidad de realizar "compras en bloque", por fuera del segmento spot, con el fin de evitar modificaciones en el precio del dólar. El BCRA busca así acompañar el volumen del mercado sin afectar su estabilidad.