Este fin de semana y en medio de la tercera ola de coronavirus, Stefi Roitman y Ricky Montaner dieron el sí en la boda más esperada del año, que realizaron en Exaltación de la Cruz para más de 200 invitados. 

El evento contó con estrictos protocolos sanitarios. Cada uno de los ingresantes a la celebración debió hisoparse para asegurarse no tener el virus, para así evitar su propagación, ya que en medio del baile en muchas ocasiones mantener la distancia social puede complicarse.

La boda se realizó este sábado en Buenos Aires.

En el casamiento del hijo de Ricardo Montaner también se exigía el pase sanitario, con las dos dosis obligatorias y el refuerzo contra el coronavirus.

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Con todos los controles y una fiesta en plena escalada de contagios, seis personas dieron positivo y tuvieron que quedarse afuera, pese a los enojos y hasta el intento de una mujer de ingresar por la fuerza.