El hombre más rico del mundo finalmente completó la compra de la red social por 44.000 millones de dólares, y luego adelantó importantes cambios.
En su primer mes como dueño de Twitter, Elon Musk permitió el regreso del expresidente Donald Trump y otros referentes de la ultraderecha estadounidense y anunció una "amnistía general" de las cuentas suspendidas, en una búsqueda de "aumentar el valor político de la plataforma con más usuarios del Partido Republicano" que llevaría a potenciar "los discursos que incitan a la violencia" y "crear caos”.
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Tras una disputa judicial, el 27 de octubre pasado el hombre más rico del mundo completó la compra de la red social por 44.000 millones de dólares y desde entonces anticipó cambios vinculados a la moderación de contenidos y verificación de cuentas, además de ordenar despidos masivos y empujar a renuncias, también masivas.
Pero es en el restablecimiento de cuentas suspendidas donde el primer mes del reinado de Musk mostró más claramente la intencionalidad política de la adquisición de la empresa, finalizada una semana antes de las elecciones de mitad de mandato en Estados Unidos y en pleno inicio de la carrera de candidatos de cara a los comicios presidenciales de 2024 en ese país.
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“El objetivo es volver a meter adentro a los republicanos. Musk está empujando políticamente desde ese lado y lo ha dicho explícitamente: llamó a votarlos en la elección de medio término”, explicó a esta agencia Ernesto Calvo, doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de Northwestern y responsable de varios textos sobre las redes sociales.