El payaso cordobés se presentará en los departamentos: Maipú y Rivadavia.
*Por Antonella Ramirez
Después de enfrentar desafíos personales significativos, Piñón Fijo regresa al escenario mendocino enfundado en sus emblemáticos colores azul, amarillo y rojo. El próximo miércoles 12 de julio, el talentoso artista se presentará en el Teatro Imperial, para luego llevar su espectáculo al Teatro Ducal de Rivadavia al día siguiente.
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En una entrevista exclusiva con ADN País, el reconocido payaso cordobés compartió detalles íntimos sobre sus humildes inicios, la meticulosa construcción de su icónica imagen, el afecto inquebrantable de las familias y la importancia de sus compañeros en cada una de sus presentaciones.
- Venís a festejar tus 33 años como Piñón...
- 33 años, sí, de la primera vez que me animé a pintarme la cara, a maquitarme, a salir a la calle a pasar la gorra como artista carretero. Fue allá por un noviembre del 89, una época difícil del país también, pero bueno, con los sueños a cuesta, con muchas ilusiones...
- ¿Y desde el principio existió lo que hoy conocemos como piñón fijo o tenía otro nombre?
- Piñón Fijo fue desde el inicio, fue desde siempre, porque andábamos en bicicleta. Éramos dos payasos mimos, uno era el Guarra Barros y el otro era Piñón Fijo. Éramos dos locos, dos locos, flaquitos, pelo largo, que andábamos de parque en parque, de plaza en plaza, así que así empezó un poco el juego.
Sin lugar a dudas, con el pasar del tiempo Fabián Gómez se convirtió en un integrante más de miles de familias argentinas. Con fanáticos grandes y pequeños, él logró afianzarse en el mundo artístico y lo agradece cada día.
-¿Cómo te percibís vos de esto de seguir estando vigente en medio de las revoluciones tecnológicas y todo lo nuevo que hoy les llega a los chicos?
- Yo percibo que tengo un gran privilegio, un gran beneficio y una gran ventaja”, expresa Piñón. Con esto hace referencia a que han transcurrido generaciones y trabajado durante tantos años que ahora quienes son padres y llevan a sus hijos a verlo, fueron niños que lo conocieron hace muchos años atrás. “Es muy singular y particular que pase eso. Es como que tengo promotores dentro de la familia durante mucho tiempo.
- ¿Y vos cómo te considerás para con tus seguidores: un abuelo, un papá, un amigo?
- Me siento un amigo, un compañero, un testigo del paso del tiempo que acompaña con música, con payasadas, me gusta ese rol. Es muy peligroso creersela porque uno vive entre mucho cariño, tanto halago y tanto afecto. Es una energía que uno tiene que aprender a administrar porque es una gran responsabilidad.
A pesar de haber cumplido 33 años sobre los escenarios y vistiéndose de sus clásicos colores rojo, azul y amarillo. Fabián Gómez no quiere terminar nunca con este sueño de ser parte de todos.
- ¿Te ves de acá a 10 años o un poco más? ¿Festejaremos los 50 años de Piñón?
- Ojalá la vida me regale esta posibilidad, como dice la canción de Sabina "Ojalá que el escenario me tiña las canas". Me encanta esto de que pase el tiempo y yo poder seguir disfrutando de lo que hago y a la vez que otros disfruten, es un círculo virtuoso perfecto.