Alexis Alderete describió estrategias de culpa y miedo que "convierten el hogar en lugar inseguro" y anticipó secuelas de desconfianza y ansiedad en las hijas.
La pelea legal y mediática entre Wanda Nara y Mauro Icardi volvió a poner bajo la lupa los efectos de los conflictos parentales sobre los hijos menores.
El licenciado en Psicología Alexis Alderete -matr. prov. 85 367, especialista en TCC, DBT, mindfulness y sexología clínica- describió una serie de conductas que encuadran en manipulación emocional y alienación parental:
"La manipulación aparece cuando un progenitor induce culpa o miedo para que el niño tome partido"
"Frases como 'yo hago todo por ustedes y se van con él' siembran ansiedad e inseguridad"
"Hablar mal del otro padre -'mirá lo que no hace por vos'- construye en los chicos una imagen negativa difícil de revertir"
"El niño termina sintiéndose responsable del bienestar emocional del adulto que lo manipula: 'si te vas, me enfermo', 'me abandonás'"
"Provocar el llanto de un hijo y usarlo como excusa para alejar al otro padre es una estrategia típica de alienación parental"
"Las consecuencias son desconfianza crónica, miedo a decidir y problemas para conectar con otras personas, porque el hogar se vuelve un lugar inseguro"
"Para evitar el enojo del progenitor dominante, los chicos neutralizan su conducta y desarrollan una ansiedad que puede persistir en la adultez"
Alderete subrayó la necesidad de intervención terapéutica para los progenitores y de políticas públicas que protejan la salud emocional infantil, recordando que "los conflictos de adultos no deben trasladarse a los chicos".