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La Organización Panamericana de la Salud desaconsejó el uso del dióxido de cloro para tratar el coronavirus

La ONU advirtió que "lo están consumiendo, y es ofrecido como milagroso por algunas compañías o personas". 

Martes, 4 de Agosto de 2020

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) desaconsejó de manera "enfática" el uso del dióxido de cloro y sus derivados para el tratamiento contra el coronavirus tras constatar que es ofrecido "como milagroso" por algunas compañías o personas en países de América Latina. 

La OPS aclara y enfáticamente desaconseja el uso de dióxido de cloro y de sus derivados para ser ingerido o inhalado o para cualquier otro uso en humanos, estos productos se usan para desinfectar superficies inanimadas no para seres humanos”, dijo Marcos Espinal, director del Departamento de Enfermedades Infecciosas de la OPS

Espinal explicó que no existe ningún ensayo clínico o resultado fehaciente de calidad que sugiera que estos productos sean efectivos o eficaces contra la COVID-19. “Es imperativo que cuando la gente escuche que estos productos se ofertan, contacte a su Ministerio de Salud”, pidió el experto. 

El dióxido de cloro es un gas de color amarillo o amarillo-rojizo utilizado como blanqueador en la fabricación de papel o en plantas públicas de tratamiento de agua; así como en el proceso de descontaminación de construcciones. 

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Al reaccionar en agua, el dióxido de cloro genera iones clorito. Ambas especies químicas son altamente reactivas, por lo cual cuentan con capacidad de eliminar bacterias y otros microorganismos en medios acuosos. Este gas se ha utilizado como desinfectante, y en bajas concentraciones para la potabilización de agua.

La OPS explicó que, desde hace varios años, algunos productos que contienen dióxido de cloro o derivados se han promocionado como “terapéuticos” para la cura de diversas afecciones, sin contar con ninguna evidencia científica sobre su eficacia.

Frente a la COVID-19 se han promovido en el mercado numerosos productos que contienen dióxido de cloro o derivados, solos o en combinación, "que indican falsamente tener propiedades curativas e incluso otras dolencias asociadas", detalló la publicación.

No debemos utilizar estos productos. Es una recomendación para todos nuestros países porque no existe ninguna evidencia científica, y ha habido reportes de intoxicaciones y situaciones adversas que no queremos”, agregó Espinal.