Luego de que un policía acribillara a Jacob Blake mientras que este se subía a su auto, un joven blanco de 17 años mató a dos afroestadounidenses en las protestasl
El clima social en la localidad estadounidense de Kenosha, Wisconsin, alcanzó su máxima tensión este miércoles luego de que un joven blanco matara aparentemente a dos personas en una protesta por un nuevo caso de racismo. El mismo causó indignación y furia en el país, a punto tal que debió suspenderse la fecha del torneo de básquetbol de la NBA por iniciativa del equipo local, Milwaukee Bucks.
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Además, al final de la tarde, el Departamento de Justicia federal identificó al policía blanco que acribilló por la espalda a Jacob Blake el domingo pasado. Se trata de Rusten Sheskey, un oficial con siete años de antigüedad en la fuerza de Kenosha, quien dijo haber intentado darle una descarga de electricidad primero con una pistola taser.
Sheskey fue suspendido durante la investigación, pero aún no fue acusado de ningún cargo penal, según el canal CNN. Esta informaron alimentó aún más el clima de tensión y bronca que desató anoche la muerte de dos personas durante una marcha antirracista.
Las dos personas y una tercera que fue herida fueron alcanzadas por disparos ejecutados aparentemente por un hombre blanco que fue filmado con celulares mientras abría fuego con un rifle semiautomático en el medio de la calle, y que fue arrestado horas más tarde.
El tiroteo se registró poco antes de la medianoche durante una tercera jornada de protestas por el acribillamiento por parte de la policía de un afroamericano de 29 años, Blake.
"Acabo de matar a alguien", se escucha decir al joven blanco, identificado como Kyle Rittenhouse, de 17 años, que fue grabado en video disparando el rifle.
Las autoridades arrestaron hoy al sospechoso en el estado vecino de Illinois, cuando aparentemente estaba huyendo de las autoridades, y quedó imputado por homicidio en primer grado.
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El nuevo episodio de racismo generó la suspensión de los partidos del miércoles de la NBA a partir del boicot declarado por los jugadores de Milwaukee Bucks, que resolvieron no presentarse a jugar el encuentro que debían disputar con Orlando Magic, en repudio a los sucesos ocurridos en Kenosha.