Una nena de cinco años murió tras comer un pan envenenado. Por su parte, su hermano dos años mayor, se encuentra internado en grave estado, frente a la misma situación. el hecho ocurrió en Veracruz, México.

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La familia de los menores confirmó que anteriormente un vecino había intentado envenenar a su perro, por lo que suponen que la comida la había dejado ahí para la mascota.

La pequeña, identificada como Adriana, se encontraba jugando en el patio de su casa junto a su hermano Jacobo, cuando encontraron porciones de pan tiradas en el piso.

Desafortunadamente Adriana murió a los pocos minutos y Jacobo sobrevivió, pero se encuentra internado en grave estado en el Hospital General Valentín Gómez Farías de Coatzacoalcos, al sur de Veracruz.

La madre de los menores, Hermila Gutiérrez, no se encontraba con ellos en ese momento, debido a que colabora en una escuela y estaba desempeñando tareas ahí. Se enteró de la tragedia por el llamado de varios vecinos.

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La Fiscalía de Veracruz inició una investigación para tratar de dar con el culpable del homicidio.