Bajo importantes operativos de seguridad para proteger los edificios públicos y prevenir episodios de violencia, Brasilia y San Pablo se preparan para recibir actos masivos articulados por los seguidores más radicales del presidente.
Brasil registra este martes manifestaciones convocadas por el presidente Jair Bolsonaro, que confía en movilizar masivamente a sus bases y a sus opositores.
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Bajo importantes operativos de seguridad para proteger los edificios públicos y prevenir episodios de violencia, Brasilia y San Pablo se preparan para recibir actos masivos articulados por los seguidores más radicales del presidente.
En Brasilia, que está protegida por 5.000 agentes, los efectivos arrojaron gases lacrimógenos contra un grupo de manifestantes que lanzó pirotecnia contra el palacio de Itamaraty, sede de la cancillería.
Además, el portal O Globo reportó que dos jóvenes fueron atacados a golpes por los seguidores de Bolsonaro que los acusaron de ser infiltrados en la manifestación.
El rumbo que tomarán las movilizaciones es incierto y ha acaparado el debate público en Brasil, inclusive con alertas para evitar algo similar a la invasión en enero pasado del Capitolio de Estados Unidos por partidarios del entonces presidente Donald Trump.
En tanto, Bolsonaro afirmó en los últimos días que espera movilizaciones multitudinarias para enviar un "ultimátum" a los jueces de la corte suprema que abrieron varias investigaciones contra él y su entorno, entre otras cosas por difundir informaciones falsas.
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Entre los temores de los especialistas en seguridad está la posible presencia entre los manifestantes de policías armados, una clase que apoya ampliamente al presidente.
Ante miles de simpatizantes, Bolsonaro amenazó de forma velada a uno de los jueces del Tribunal Supremo Federal durante un discurso en Brasilia.
"No podemos continuar aceptando que una persona de la región de los tres poderes continúe barbarizando a nuestra población; no podemos aceptar más detenciones políticas en nuestro Brasil, o el jefe de ese poder lo encuadra o ese poder puede sufrir aquello que no queremos", afirmó.
Bolsonaro se refirió al juez Alexandre de Moraes, que en los últimos días ordenó detenciones de aliados de Bolsonaro por sus ataques a las instituciones democráticas, y el "jefe de ese poder" es una referencia al presidente del Supremo, Luiz Fux.