Bill de Blasio se quejó de que el mandatario sudamericano llegara a la ciudad sin recibir la dosis reglamentaria. Entre otros contratiempos, tuvo que entrar por la puerta trasera de su hotel para evitar manifestantes que pedían que se fuera.
El alcalde de Nueva York, Bill De Blasio, protestó este lunes por la visita a la ciudad del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, sin estar vacunado contra el coronavirus, pese a la exigencia de las autoridades locales para todos los viajeros.
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El gobierno de esa ciudad instaló un puesto de vacunación frente a la sede de la ONU, para vacunar a los funcionarios extranjeros que asistirán desde este martes a la Asamblea General del organismo y que aún no estuvieran inmunizados.
"Todavía no me vacuné", dijo entre risas Bolsonaro, en una reunión con el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, luego de que este destacara la efectividad de la vacuna de Oxford/AstraZeneca y subrayara que ya recibió las dos dosis de ese fármaco.
Bill de Blasio, alcalde de Nueva York.
Bolsonaro fue fotografiado el domingo cenando de pie un pedazo de pizza en una calle de Nueva York y esa imagen fue publicada en redes sociales y celebrada, por varios funcionarios de su gobierno. La prensa brasileña afirmó que no se le permitió el ingreso en ningún restaurante por no poder mostrar un certificado de vacunación.
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La intervención del secretario general de la ONU, el portugués António Guterres, impidió que Bolsonaro se quedara en la calle. No obstante, debió entrar por la puerta trasera al hotel donde se hospeda, para evitar a manifestantes que lo esperaban frente a la entrada principal gritando "Fuera, Bolsonaro".