El presidente francés, Emmanuel Macron, generó críticas en el Parlamento y entre sus rivales electorales luego de usar una palabra soez para describir su estrategia de vacunación contra el coronavirus a aquellos que se resisten a hacerlo en medio del brote de Ómicron y de otro récord de contagios.

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Macron usó el verbo “emmerder”, que viene de la palabra "merde", o "mierda" en castellano, y que puede traducirse como "joder" o "fastidiar", en una entrevista publicada por el diario Le Parisien.

El mandatario usó la polémica palabra mientras el Parlamento debate acaloradamente una iniciativa de su Gobierno que solo permitiría a los inoculados acceder a sitios de ocio, como a restaurantes y lugares turísticos.

“A los no vacunados, realmente los quiero joder. Así que lo vamos a seguir haciendo, hasta el final. Esa es la estrategia", sentenció el mandatario liberal durante una entrevista en el presidencial Palacio del Elíseo con la asistencia de un panel de lectores del periódico.

La utilización de la palabra pareció complicar la ya de por sí difícil aprobación del pasaporte vacunatorio en el Parlamento, que está en pleno debate en la cámara baja, la Asamblea Nacional.

"Un presidente no puede realizar el tipo de declaraciones", dijo Christian Jaboc, presidente del grupo parlamentario conservador de Los Republicanos.

"No puedo respaldar un texto que busca fastidiar a los franceses", agregó.

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El pasaporte vacunatorio excluirá a los no inmunizados mayores de 12 años de lugares como restaurantes, bares, cines, teatros, museos y estadios deportivos.

El certificado se pedirá también en el transporte interregional, tanto de trenes como colectivos, y en vuelos domésticos.

Los críticos del gobernante dijeron que no se comportó como un jefe de Estado y que arremetió contra los no vacunados para conseguir el apoyo del 90% de los adultos franceses que sí lo han hecho, de cara a las elecciones presidenciales de abril.