Mendoza, de de

Mundo Primera Vuelta

Habrá segunda vuelta electoral en Costa Rica

El expresidente José María Figueres enfrentará al economista Rodrigo Chaves tras una de las elecciones más atomizadas de su historia.

Lunes, 7 de Febrero de 2022

De acuerdo a los datos del Tribunal Supremo de Elecciones de Costa Rica, con más del 75% de las mesas escrutadas, ninguno de los candidatos había alcanzado el 40% de los votos necesarios para ganar en una primera ronda.

El próximo 3 de abril, serán el expresidente José María Figueres, del Partido Liberación Nacional (PLN), quien obtuvo poco más del 27% de los votos, y el economista Rodrigo Chaves, del Partido Progreso Social Democrático (con más del 16%), quienes se disputen la presidencia del pais centroamericano.

"Nuestros desafíos como país y sociedad son enormes y necesitamos un nuevo gobierno fuerte y unido para salir juntos adelante", declaró Chaves al conocer que pasaría a la segunda vuelta.

Figueres, por su parte aseguró que, de ganar en abril, promoverá un gobierno de inclusión, donde se respeten los derechos de las mujeres, de las minorías y se abogue por el medio ambiente. "Todos los derechos para todas las personas. Ese es nuestro inquebrantable compromiso con la sociedad costarricense", dijo.

En tercer y cuarto lugar de las votaciones quedaron el predicador evangélico Frabricio Alvarado, del Partido Nueva República, (sobre el 15%) y la exvicepresidenta del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), Lineth Saborío con cerca del 13%.

Es la cuarta vez en la historia que Costa Rica necesita ir a segunda vuelta para elegir a su presidente.


Leé más: EEUU insiste en que Rusia invadirá a Ucrania


Un total de 25 candidatos se presentaron a los comicios en los que los costarricenses fueron convocados a elegir al sucesor del saliente presidente Carlos Alvarado, dos vicepresidentes y los 57 diputados del Congreso para el período 2022-2026.

Según las imágenes trasmitidas por la televisión local, tras el cierre de los centros de votaciones, miles de personas se lanzaron a las calles con banderas y pancartas a la espera de la publicación de los resultados oficiales.

Una recesión económica, alto desempleo, la pandemia de coronavirus y acusaciones de corrupción alimentaron el desencanto con el gobierno en la que tradicionalmente ha sido una de las democracias más estables de América Latina.

Y es que, a pocos días de las elecciones, ningún candidato se perfilaba como favorito y ninguno convencía más allá de su formación política.

Las encuestas mostraban un alto nivel de indecisión: más del 30% de la población no sabía a quién darle su voto. Las dudas llevaron a que un récord histórico de partidos presentaran sus propuestas, pero el alto número también significó una dispersión de las intenciones de voto.

Aunque las encuestas no vaticinaban un ganador claro, las estimaciones favorecían a los candidatos de Liberación Nacional (PLN), José María Figueres Olsen, de Unidad Social Cristiana (PUSC), Lineth Saborío y el cantante evangélico de derecha Fabricio Alvarado, de Nueva República.

El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) informó que la jornada transcurrió sin irregularidades y con una "extraordinaria" participación ciudadana en un país donde el nivel de abstención en los últimos comicios fue del 34%.

Sin embargo, los primeros resultados sugirieron que el abstencionismo en esta ocasión rondaba el 41%, la cifra más alta de todas las elecciones realizadas en el país desde inicios del siglo XXI.

Un total de 3,5 millones de costarricenses fueron convocados este domingo a las urnas. En 2018, votó el 65,16% del padrón, según los datos del TSE.

La segunda vuelta en abril será disputada por un candidato de amplia experiencia política y otro que dedicó su vida por años a la investigación de la economía, ambos con polémicas a sus espaldas: uno señalado de corrupción y otro acusado de acoso sexual.

Proveniente de una familia de políticos, Figueres vuelve al ruedo por la casa presidencial tras una larga estancia en el extranjero .

Chaves, por su parte, es un economista de larga trayectoria y con numerosos estudios académicos internacionales.

Se sumó a la carrera por la presidencia tras una breve gestión en el gobierno de Carlos Alvarado y tras haber renunciado al Banco Mundial (BM) por un escándalo de abuso sexual.