Tras un violento motín ocurrido en una cárcel de la ciudad andina de Cuenca, en el sur de Ecuador, 19 presos murieron informó la Fiscalía General del Estado (FGE).

El motín se registró en el Centro de Privación de Libertad Número 1 de la ciudad de Cuenca (sur), conocido como la cárcel de Turi, uno de los complejos penitenciarios más grandes del país sudamericano.

La dependencia indicó en su cuenta en la red social Twitter, que hasta el momento los equipos de la Fiscalía y de Criminalística de la Policía de Ecuador "han podido confirmar que son 19 las personas privadas de libertad fallecidas en el Centro de Privación de Libertad Turi".

Agregó que luego de que las autoridades correspondientes retomaron el control del penal iniciaron con el proceso de levantamiento de cadáveres y recolección de evidencias.

Según las autoridades penitenciarias, el motín se produjo por enfrentamientos entre internos de los pabellones de máxima y mediana seguridad vinculados a organizaciones narcodelictivas que se disputan el poder del centro carcelario.

Inicialmente se reportaron al menos 12 víctimas mortales, pero las autoridades anticiparon que podrían aumentar en las próximas horas a medida que las fuerzas de seguridad inspeccionan el penal.

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El Gobierno movilizó a más de 800 efectivos de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas al presidio para mantener el orden tras el motín, que también provocó la evacuación de 90 presos y 10 heridos, cinco con heridas graves, por lo que fueron trasladados al sistema de salud.

Al caer la noche, el ministro del Interior, Patricio Carrillo, dijo en una rueda de prensa que la situación está controlada y anunció un operativo de evacuación y requisa a todos los pabellones ya que se han hallado fusiles de guerra, armamento corto y armas cortopunzantes al interior del penal.

Carrillo mencionó que existen daños considerables en la infraestructura de la cárcel a causa del motín. La Secretaría de Derechos Humanos dijo a su vez que se inició el levantamiento de los cuerpos y el traslado al centro forense de la Policía para la identificación de las víctimas y su entrega a sus familiares.

Se trató del primer motín de este año, después de la ola de revueltas carcelarias en 2021, como parte de una grave crisis que enfrenta el sistema penitenciario de Ecuador.