Esta ciudad es clave porque fue hasta ahora el centro militar-administrativo ucraniano desde 2014 en la región de Lugansk y uno se sus últimos bastiones; en tanto el gobierno ruso acusó a Estados Unidos por seguir enviando armamento a Kiev para prolongar el conflicto armado.
El 70 por ciento de Severodonetsk, epicentro de los combates y clave para el control del este ucraniano, ya está en manos de Rusia, que a su vez acusó a Estados Unidos de "echar leña al fuego" al enviar nuevo armamento a Kiev, a lo que Washington respondió que los ucranianos dieron "garantías" de que no atacarán territorio ruso.
"Los rusos controlan el 70 por ciento de Severodonetsk", dijo el gobernador ucraniano de la provincia de Lugansk, donde se ubica la localidad, en la región industrial del Donbass.
"Parte de las tropas ucranianas se retiraron a posiciones más ventajosas y preparadas por adelantado", explicó Sergii Gaidai en su cuenta de Telegram.
"Los rusos continúan su asalto y consolidan sus posiciones en el centro de Severodonetsk", añadió citado por la agencia de noticias AFP.
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Desde que la ciudad de Lugansk fue tomada por las milicias locales prorrusas en 2014, Severodonetsk se convirtió en la capital administrativa de las autoridades ucranianas en la región de Lugansk.
Con una población de alrededor de 100.000 personas antes de la guerra, es uno de los varios núcleos urbanos importantes que se encuentran en el camino de Rusia para capturar toda Lugansk.
Más al oeste hay otras dos importantes ciudades en la mira de Moscú, las de Sloviansk y Kramatorsk, las últimas grandes bajo control de Ucrania en la provincia de Donetsk, la otra que forma el Donbass, luego de que Rusia tomara Mariupol el mes pasado.
Según uno de los negociadores rusos, los territorios ucranianos conquistados militarmente por Rusia podrían celebrar referendos de adhesión en julio próximo.
Rusia denomina como "territorios liberados" a las regiones de Ucrania conquistadas militarmente por su ejército, junto con sus aliados de las milicias locales.
Estos territorios incluyen las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk (RPD) y Lugansk (RPL), y las regiones de Jerson y Zaporiyia, en el este y sureste de Ucrania, controladas en gran parte por el ejército ruso.
En esas zonas ahora hay administraciones prorrusas.
Horas antes de las declaraciones de Slutski, el secretario del consejo general del partido gobernante ruso Rusia Unida, Andrei Turchak, anticipó que la región de Jerson y los territorios de la RPD y la RPL formarán parte de Rusia, al igual que Zaporiyia.
Asimismo, el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que los habitantes de estos cuatro territorios "deberían poder elegir su futuro".
Ante el avance de las tropas rusas, el presidente estadounidense Joe Biden confirmó el martes el incremento de la ayuda militar a Kiev para "atacar con mayor precisión objetivos clave".
Un alto responsable de la Casa Blanca precisó que se trata de los sistemas Himars, que pueden realizar lanzamientos múltiples de misiles muy precisos.
Si bien Estados Unidos no suministrará el ATACMS, que tiene un alcance de 300 kilómetros, el sistema entregado podría permitir al Ejército ucraniano atacar objetivos rusos detrás de las líneas enemigas.
El Kremlin reaccionó al acusar a EEUU de "echar leña al fuego" y alertó que la medida "refuerza el riesgo" de un enfrentamiento militar entre ambos países.