Por el fuerte dolor que padece en su rodilla, el Papa Francisco canceló este lunes su participación en una misa y procesión anual previstas para el próximo fin de semana debido.

”Debido a las limitaciones impuestas al papa por la gonalgia y a las necesidades litúrgicas específicas de la celebración, no se celebrará la Santa Misa y la procesión con la bendición Eucarística de la fiesta del Corpus Christi”, comunicó el Vaticano en una nota.

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Francisco ya canceló varios actos este año debido a una distensión en los ligamentos de la rodilla derecha, que le hace difícil caminar y estar de pie. Hace en torno a un mes que se desplaza con una silla de ruedas, y el Vaticano anunció la semana pasada que había tenido que cancelar su viaje previsto del 2 al 7 de julio a África para no poner en peligro su recuperación.

Los médicos aconsejaron al papa no hacer esfuerzos para no comprometer los resultados de las terapias en la rodilla que comenzaron hace algunas semanas y sobre todo basados en infiltraciones y descanso. No detallaron exactamente el problema o el tratamiento de Francisco, pero el pontífice comentó que recibió inyecciones y sus amigos dicen que hace fisioterapia a diario.