Gazprom recortará el suministro a Europa a partir del miércoles, amenazando a economías como la alemana que son altamente dependientes del gas de Moscú para la producción energética e industrial.
Los Estados miembros de la Unión Europea (UE) llegaron a un acuerdo para reducir su consumo de gas en un 15% y disminuir su dependencia del suministro ruso de cara al próximo invierno.
El gigante estatal ruso Gazprom recortará el suministro a Europa a partir del miércoles, amenazando a economías como la alemana que son altamente dependientes del gas de Moscú para la producción energética e industrial.
Pero los 27 miembros de la UE, que impusieron ya siete paquetes de sanciones económicas contra el Kremlin por su invasión de Ucrania, se reunieron para acordar una forma de reducir el uso y compartir la carga de la escasez.
Los Estados miembros acordaron reducir su demanda de gas en un 15% en comparación con su consumo promedio en los últimos cinco años entre el 1 de agosto de 2022 y el 31 de marzo de 2023, con medidas de su elección.
"En un esfuerzo por aumentar la seguridad del suministro energético de la UE, los Estados miembros llegaron este martes a un acuerdo político sobre la reducción voluntaria de la demanda de gas natural de 15% este invierno", anunció el consejo de ministros.
"El reglamento del consejo también prevé la posibilidad de activar una alerta sobre la seguridad del suministro, en cuyo caso la reducción de la demanda de gas sería obligatoria", prosiguió el comunicado reproducido por la agencia de noticias AFP.
"El objetivo de la reducción de la demanda de gas es ahorrar de cara al invierno para prepararse ante posibles interrupciones del suministro de gas por parte de Rusia, que utiliza continuamente los suministros de energía como arma", añadió.
El ministro de Energía luxemburgués, Claude Turmes, tuiteó que Hungría fue el único Estado miembro que votó en contra del plan, que calificó de "la mejor medida para reaccionar al chantaje del gas de (el presidente ruso, Vladimir) Putin".
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La firma estatal rusa Gazprom anunció que a partir del miércoles recortará el suministro a Europa a través del gasoducto Nord Stream a 33 millones de metros cúbicos diarios, lo que supone alrededor del 20% de la capacidad.
La empresa justificó la medida ante la necesidad de realizar el mantenimiento de una turbina, pero el hecho ocurre en plenas tensiones por la guerra en Ucrania.
El Gobierno ruso dijo el lunes que no quiere dejar de suministrar gas a Europa, pero advirtió que esto cambiaría si se siguen aplicando sanciones en su contra por la guerra.
"Rusia no está interesada en esto (el cese de suministros de gas ruso a Europa)", declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ante periodistas, según la agencia de noticias Sputnik.