El presidente electo de Brasil afirmó que es preciso "reconstruir el alma del país" y sostuvo que no se puede "aceptar como normal que millones no tengan que comer".
El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, aseguró en su primer discurso que hay que "reconstruir el alma del país", tras imponerse en el balotaje al mandatario de ultraderecha Jair Bolsonaro.
"La bandera verdeamarilla no le pertenece a nadie", manifestó. "Nuestro compromiso es terminar con el hambre otra vez. No podemos aceptar como normal que millones no tengan que comer", añadió.
"Los principales problemas pueden resolverse con diálogo y no con fuerza bruta", manifestó el líder de izquierda, que el 1 de enero asumirá su tercer mandato.
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"Vamos a restablecer el diálogo para luchar contra el hambre y con el Legislativo, sin intentar cooptar, sino reconstruir la convivencia armoniosa y republicana", aseguró, después de que la alianza de partidos que apoya a Bolsonaro obtuvo una amplia mayoría en el Congreso en la primera vuelta del 2 de octubre.
En otro orden, prometió luchar por la deforestación cero en la Amazonia y dijo que retomará el control de las actividades ilegales en esa región, donde promoverá el desarrollo sustentable.
"Brasil y el planeta necesitan de una Amazonia viva. Un árbol en pie vale más que la deforestación, el río limpio vale más que todo el oro extraído con las aguas contaminadas por mercurio", manifestó.