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Bolsonaro volvió a la sede del Ejecutivo después de casi tres semanas recluido

Tras la derrota electoral en el balotaje frente a Luiz Inácio Lula da Silva, el presidente saliente de Brasil regresó al Palacio del Planalto. No asistía desde el 3 de noviembre, cuando sostuvo una breve reunión a puerta cerrada con el vicepresidente electo Geraldo Alckmin.

Miercoles, 23 de Noviembre de 2022

El presidente saliente de Brasil, Jair Bolsonaro, volvió al Palacio del Planalto, la sede del Gobierno, después de estar 19 días recluido en la residencia oficial, de cuyas dependencias casi no había salido desde la derrota electoral en el balotaje de fines de octubre frente a Luiz Inácio Lula da Silva.

Bolsonaro llegó alrededor de las 9 de la mañana de este miércoles a la sede del Poder Ejecutivo, a la que no asistía desde el 3 de noviembre pasado, cuando sostuvo una breve reunión a puerta cerrada con el vicepresidente electo Geraldo Alckmin para comenzar los trámites de transición de poderes.

La última cita en su agenda oficial como presidente en el Planalto fue el 31 de octubre, cuando tuvo una reunión con el ministro saliente de Economía, Paulo Guedes, al día siguiente de la segunda vuelta de la elección presidencial.


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Bolsonaro, que según sus socios quedó decepcionado por la derrota en los comicios, utilizó la residencia oficial como base de operaciones. La semana pasada, el vicepresidente Hamilton Mourao atribuyó la ausencia del mandatario de la vida pública a una enfermedad cutánea que le impedía ponerse pantalones largos.

En el Palacio de la Alvorada recibió la visita de ministros y aliados y el 1 de noviembre convocó una conferencia de prensa para pronunciarse sobre las elecciones, aunque no reconoció su derrota y se limitó a decir que seguiría cumpliendo con la Constitución.

Este martes, en la residencia oficial, se reunió con el líder del Partido Liberal (PL), Valdemar Costa Neto, en relación a la auditoría con la que pretenden cuestionar los resultados de las elecciones.

El PL solicitó al Tribunal Superior Electoral (TSE) que anule los votos emitidos a través de cinco modelos de urnas electrónicas en los comicios de octubre. Según el partido, más de 279.300 máquinas de votación electrónica utilizadas en el balotaje presentaron "fallos irreparables".

Para las presentes elecciones, el Tribunal Electoral puso a disposición alrededor de 577.000 equipos.

El PL consideró que, si se toman en cuenta los "votos válidos y auditables", Bolsonaro habría sacado 51,05% en la segunda vuelta, contra 48,95% de Lula, del Partido de los Trabajadores (PT).

En el resultado final oficial, el líder del PT obtuvo el 50,9% de los votos y el presidente el 49,1%.

Según Folha, los allegados de Bolsonaro saben que el pedido tiene pocas chances de prosperar, pero consideran que sirve para estimular las protestas contra el resultado electoral que se registran desde la derrota del mandatario de ultraderecha, cuyos seguidores pidieron incluso una intervención militar.