Según Yahya Sari, el portavoz de las fuerzas yemeníes, el ataque fue "a gran escala" y se llevó a cabo contra “objetivos israelíes en los territorios palestinos ocupados”. Asimismo, aseveró que los hutíes “seguirán llevando a cabo otros ataques cualitativos con misiles y drones hasta el fin de la agresión israelí contra la Franja de Gaza".

La semana pasada, Israel ya había acusado a los hutíes de lanzar un proyectil desde Yemen que impactó en la ciudad egipcia de Taba, ubicada en la frontera compartida, causando seis heridos. Los rebeldes yemeníes habían enfatizado previamente que estaban "listos" para un conflicto si Estados Unidos interviene directamente en la guerra que comenzó el 7 de octubre.

Saree declaró que este era el tercer ataque de los hutíes contra Israel desde el inicio del conflicto, lo que parecía confirmar su participación en un ataque con drones ocurrido el 28 de octubre, que causó explosiones en Egipto. Israel atribuyó ese incidente a los hutíes, a pesar de la negativa internacional y las acusaciones que generaron tensiones adicionales en las ya frágiles relaciones con su vecino árabe.