Ante la grave situación política y social que vive el pais trasandino, los vecinos reclaman que no se lleve a cabo el más tradicional de los espectáculos musicales
Chile vive una profunda crisis política y social que estalló con fuerza el 14 de octubre cuando un grupo de estudiantes secundarios decidió saltar los molinetes del metro, en protesta por una suba desmedida del precio del transporte público.
A partir de allí se desató una ola de manifestaciones, violencia y represión en las calles que puso en jaque al gobierno de Sebastián Piñera, que actualmente es investigado por organismos de Derechos Humanos, debido a la cantidad de muertos y heridos que dejó los enfrentamientos en las calles.
En este contexto, muchos eventos fueron suspendidos, tales como la Cumbre de Líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), que estaba previsto para el 16 y 17 de noviembre, la final de la Copa Libertadores entre Flamengo y River Plate, que se jugó en Lima, la conferencia contra el cambio climático COP25, y el famoso Teletón solidario que se reprogramó para abril. Ahora, hay una campaña en las redes sociales para que se suspenda el emblemático Festival de Viña del Mar, que cada año convoca a artistas internacionales de primer nivel.
"NO AL FESTIVAL, SI A LA DIGNIDAD! De cerro a mar lucharemos hasta cambiar todo lo que deba ser cambiado, partiendo por el legado de pinochetista" dice el flyer que circula en las redes sociales, instando a luchar para que se suspenda.
Por su parte, Sandro Puebla, integrante de la comisión organizadora del evento, declaró que la idea es que el Festival de Viña del Mar se realice en un ambiente de austeridad, y agregó "es lo que todo el país espera y eso puede implicar al menos cambiar el formato de la gala".
El festival se tendría que realizar del 23 al 28 de febrero, aunque si los vecinos logran su cometido para hacer escuchar su voz, será la primera vez en la historia en ser cancelado.